He de decir que me ha sorprendido leer algo así de Pete Sampras porque yo mismo suelo hacer este tipo de cosas, escribir cartas a un yo más joven, como queriéndole aconsejar en cosas que están por pasar. Cosas que le harán daño. Cosas que le harán feliz. Cosas que dejó pasar y cosas que no debe dejar de hacerlo. Una carta preciosa y sentimental que mientras la traducía me hizo saltar las lágrimas. No se la deben perder (via ThePlayersTribune).
"Querido Pete de 16 años,
Estás a punto de hacerte profesional y estás muy emocionado. En el fondo de tu corazón sabes que al final vas a tener éxito. Pero créeme, llegará mucho antes de lo que te piensas. Tendrás tus altibajos muy temprano pero en sólo un par de años vas a luchar para meterte entre los 5 mejores del mundo y ganarás el US Open derrotando a tipos como Ivan Lendl, John McEnroe y Andre Agassi por el camino. A los 19, tú serás el jugador más joven de la historia en ganar el US Open. Ahí es donde todo cambiará.
Tú serás un prometedor americano sin estar expuesto un día; y entonces, te despertarás la mañana siguiente de ganar el torneo y estarás de talk show en talk show. Todos los ojos estarán sobre ti y tendrás que acostumbrarte a ese tipo de atención — no encajará bien con tu personalidad reservada.
Hay algo más para ser profesional que jugar sólo a tenis.
Hay algo más para ser profesional que jugar sólo a tenis. Cuanto más exitoso seas, más gente querrá algo de ti. No será siempre algo que querrás hacer y no será siempre divertido. La presión será tan exhausta como la mayor que sentirás sobre una pista de tenis. Pero como campeón, tendrás esa responsabilidad. Tú juegas a tenis porque amas el deporte no porque te guste ser el centro de atención, así que prepárate.
Piensa en tener ayuda con la prensa. Será un largo camino. Por suerte, tú estarás ya retirado cuando esas cosas llamadas Facebook y Twitter salgan a la luz. Da gracias por eso. Un día entenderás lo que te digo. Oh, y no leas los periódicos. No leas eso que la gente dice sobre ti. No puede venir nada bueno de eso. Y si escuchas o lees algo negativo sobre ti, no te pongas nervioso. Deja que sea tu raqueta la que hable.
Ahora, hablemos de tu juego un poco. Durante tu carrera, desarrollarán un nuevo tipo de cordaje que te ayudará a ganar un poco de spin y velocidad. Verás a un tipo como Gustavo Kuerten usarla sobre tierra y teniendo éxito e incluso entrenadores y otros jugadores te dirán que uses ese nuevo cordaje — junto con un marco de raqueta más grande que te dará un margen extra para errores que necesitas para ganar en tierra — resistirás.
Eres un poco neurótico sobre tu equipamiento — como muchos jugadores — pero si quieres ganar ese Open de Francia y completar el Career Grand Slam, necesitarás intentar algo diferente. Sé abierto a la nueva tecnología.
No olvides de cuidar tu arma más importante: tu cuerpo.
Por encima de cualquier cosa, no olvides cuidar tu arma más importante: tu cuerpo. Cuida lo que comes. Habrá veces que te despiertes en medio de la noche antes de un partido con antojo de cosas como hamburguesas y pizza. Eso es porque tu cuerpo echa en falta algo. Si ignoras esos antojos, llegarás a la pista al siguiente día y todo irá bien. Esto nunca será tan obvio como en el US Open del año 1996. Te enfrentarás a Alex Corretja en los cuartos de final y en el cuarto set te quedarás sin energías porque no comiste bien la noche antes del partido. Necesitarás un estímulo y te harás con una lata de Coca Cola. Eso no es lo correcto. Eso lo que hará es hacerte vomitar en pista durante el tiebreak del quinto set. Conseguirás ganar el partido, pero créeme, no será divertido (aunque a todo el resto del mundo amará el drama).
Un día, todo el mundo será un loco de la nutrición. Lleva la delantera a eso que está por llegar.
También, cuida las pastillas que tomas. Si tomas pastillas para dormir para superar el jet lag, antes de que lo sepas, las estarás tomando cada noche. Cuando te duela el brazo y te den medicación para eso, tira el tarro. Esas pastillas te darán una persistente y dolorosa úlcera. Cuida lo que metes dentro de tu cuerpo.
Tendrás que jugar contra tus héroes como Ivan Lendl o Jimmy Connors — los tíos con los que creciste viéndolos. Tendrás incluso que jugar con John McEnroe en dobles, lo que se convertirá en una extraña perfecta combinación. Tú, el diestro calmado y McEnroe, el zurdo emocional y energético. Cuando él se vuelva loco, tú serás lo que le haga calmarse. Cuando tú estés en un momento de calma, él será el que te dé energías. Os equilibraréis perfectamente. Ganaréis la Copa Davis juntos y será gran parte de la mayor diversión que tendrás en tu carrera con, probablemente, el mejor jugador de dobles de todos los tiempos.
Pero cuando dejes las pistas para siempre hay un oponente cuyo nombre será nombrado junto al tuyo para siempre. Andre Agassi. Mantener un mutuo respeto el uno por el otro es lo que hará que la rivalidad sea una de las mejores que el tenis jamás verá. Sé que ahora no puedes verlo, pero tendrás una feroz y especial rivalidad con Agassi. Él será el mejor jugador contra el que te enfrentarás en tu carrera y él conseguirá traerte lo mejor de ti. Llegaréis a ser los mejores del mundo juntos, y siempre será un partido difícil cuando juguéis. Siempre habrá mucha agitación alrededor. Serás lo suficientemente afortunado de jugar contra él en cinco finales de Grand Slams y ganarás cuatro de ellas.
Pero si quieres ganar las cinco, óyeme bien.
En la final del Open de Australia de 1995, estaréis empatados a un set. Irás 6-4 arriba en el tiebreak y servirás para ganar el set lo que te pondría dos mangas a una arriba. No sirvas abierto. Hazlo a la T. Si lo haces abierto él te meterá una derecha y se hará con el set y el partido. Será la única final en la que te gane. Este cambio no garantiza que ganes pero te pondrá en una mejor situación.
Ganarás tu primer y último Grand Slam contra Andre, y en algún momento por el camino, comenzarás a entender lo importante que es esa rivalidad para el tenis americano y lo especial que es para vosotros como personas. Esta rivalidad será mayor de lo que puedas llegar a soñar. Vuestros juegos son tan diferentes como lo son vuestras personalidades. Mantener un mutuo respeto el uno por el otro es lo que hará que la rivalidad sea una de las mejores que el tenis jamás verá.
Pero no es sólo esa rivalidad lo que no deberás dejar de apreciar. Habrá mucha gente con un enorme impacto en tu juego y en tu vida — ninguno tan importante como tu futuro entrenador, Tim Gullikson. Durante ese mismo Open de Australia del 95, donde perderás ante Andre en la final (a menos que uses mi consejo), Tim se pondrá enfermo y tendrá que perderse el torneo. Verle a él en el hospital y ver a su hermano llorando será más de lo que puedas llevar tú solo. Habla sobre eso. Sé que eres introvertido y reservado. Pero esto es demasiado grande para ti para hacerlo solo. Si no hablas sobre aquello, se hará muy grande dentro de ti y explotará en forma de un gran sentimiento durante los cuartos de final contra Jim Courier y romperás a llorar en medio de la pista.
Es la gente en tu vida — gente como Tim — la que te hará como persona. Dale las gracias. Tim cederá ante el cáncer cerebral que le hizo enfermar y eso incluso te golpeará más fuerte. No lo afrontes solo. Dale las gracias mientras estés con él y habla sobre aquello cuando él se haya ido. Me lo agradecerás más tarde.
Es la gente en tu vida — gente como Tim — la que te hará como persona. Dale las gracias.
Da las gracias a tu amigo John Black. Cuando te dé el número de esa chica tan guapa llamada Bridgette que sale en la pantalla de la película, dale las gracias y llámala. Lo sé, es una locura. Pero hazlo. Llámala. Y más tarde, cuando ella se convierta en tu esposa, dale las gracias. Cada día. Dale las gracias.
Da las gracias a tus hermanas, Stella y Marion, y a tu hermano Gus. Escúchales. Ellos tienen buenos consejos. Y sé consciente de que ellos siempre te apoyarán ante cualquier cosa. Lo que sea.
Da las gracias a tus padres. Ellos te darán la instrucción que necesitas. Ellos siempre te apoyan. Ellos te permiten ser tu propio yo. Y ahora que ya estás listo para convertirte en profesional, aprecia que ellos te están dando la más normal de las juventudes posible. Ellos nunca te han puesto ni te pondrán mucha presión sobre ti. Estas son cosas que tú no puedes ver a tus 16 años, los sacrificios que hacen los padres.
Presta atención a tus padres y toma notas. Te serán de ayuda un día cuando tengas un par de chicos.
Tienes 16 años y tu vida está a punto de comenzar pero no te agotes mirando siempre hacia adelante. Es difícil porque después de cada torneo — incluso cuando ganes — tus pensamientos se centrarán en el siguiente. Tómate tu tiempo de apreciar tus grandes victorias y compártelas con tu familia y amigos. Toma ventaja de tu juventud y disfrútalo. El verdadero premio es el camino. Juega duro, hazlo como tú sabes y sé auténtico contigo mismo. Haz eso y no podrás fallar.
Sinceramente,
Pete."