Dolgopolov, sucesor de tenistas espectáculo

El tenis necesita jugadores que animen a la grada con excentricidades

El tenis es un deporte espectáculo. Si la WTA está teniendo un fuerte auge los últimos años no es por la gran calidad de sus jugadoras. Lo cierto es que la belleza física de las protagonistas y los modelitos han animado mucho a los espectadores del tenis femenino a pesar de la ausencia de grandes talentos que animen en lo deportivo. No obstante, en el tenis masculino, además de aparatosas vestimentas, (como se presentó en el circuito Andre Agassi), irrupciones exóticas, (como el tailandés Paradorn Srichaphan), vuelos acrobáticos como las habilidades mostradas por Boris Becker, golpes imposibles como los que ofrecía Marcelo Ríos, o la frescura del primer Baghdatis si no la formidable habilidad de Fabrice Santoro en las voleas y los golpes a media pista, han dejado una huella imborrable en el buen aficionado al tenis. No estamos hablando de tenis del máximo nivel en muchos de estos casos, pero sí de buen tenis en definitiva y mucho espectáculo.

Alexandr Dolgopolov

El ucraniano ha hecho su irrupción de una manera llamativa en el circuito esta temporada, aunque ya hizo sus pinitos el año pasado incluso jugando y ganando partidos en los Masters 1000. Dolgopolov es conocido como "Dolgo" o "The Dog", y está ganándose un hueco en el corazón de los espectadores por su singular forma de jugar, capaz de variar las velocidades de la pelota y los efectos con una frescura inusual y un hombre que, en definitva juega para ganar, pero siempre dando espectáculo.

Dolgopolov está acostumbrando al público a puntos increíbles, como se puede ilustrar en este vídeo.

Andre Agassi, una pinta singular

El primer tenista que dio espectáculo en las pistas, tanto por su nivel de juego como, especialmente en su primera etapa en la ATP por su indumentaria fue Andre Agassi.

Agassi en la época de los 90

El estadounidense tuvo una irrupción estelar a finales de los 80 y principios de los 90. Su particular vestimenta, con jeans rotos, colores muy extravagantes y ropas llamativas y peluca postiza, le dio para protagonizar incluso un espot para una cámara de fotos cuyo lema era "la imagen lo es todo":

Claro que el espectáculo no sólo era sus atuendos. Agassi fue un auténtico número 1. Un gran jugador. Claro que el tenis espectáculo tiene que tener algunas reglas y algunos límites. En este vídeo podremos ver cómo, otro de los grandes precursores del espectáculo como medio de vida en el tenis, Jimmy Connors, acaba cediendo a una situación intolerable en unos cuartos de final de un Grand Slam

Michael Chang

Otro de los hombres que más sorprendió en su irrupción en el mundo del tenis fue Michael Chang. En 1989 apareció de una forma más que sorprendente en Roland Garros y fue el jugador más joven en conseguir una victoria de Grand Slam, cuando sólo contaba con 17 años y tres meses.

Chang mostró un juego completamente distinto a lo que se venía practicando en esa época y pronto se ganó el corazón de los parisinos. En la retina, quedará el partido que le ganó a Ivan Lendl en la central de Roland Garros con una variedad de golpes asombrosos. Chang planteó un partido donde bombeaba todas sus bolas altísimas. Lendl no encontró la forma de atacar estas bolas y acabó absolutamente desquiciado.

Pero lo más sorprendente fue el broche que Chang le puso al partido. En un par de decisiones sorprendentes el estadounidense le hizo un saque estilo cuchara y con la raqueta a la altura de la cadera a la hora del impacto. Lendl tuvo que subir a la red y allí lo pasó.

Para acabar el partido, el descarado quinceañero, se fue a restar el segundo servicio del número 1 del mundo a escasos dos metros del cuadro de saque. Lendl, indignado primero y nervioso después entregó el partido haciendo doble falta.

Marcelo Ríos

Otro de los jugadores que más espectáculo han dado sobre una pista de tenis era el díscolo Marcelo Ríos. El chileno con un talento sobrenatural para la práctica del tenis, daba verdaderos recitales, primero con su informal vestimenta, situación que Nike encarriló, después con sus modales, inusuales en la ATP y más tarde y sobre todo, por sus golpes de fantasía.

Han sido muchas las jugadas que protagonizó Ríos como jugador más espectacular del momento, pero nos quedamos con este mate cuando estaba sentado caído en el suelo.

Boris Becker

Otra joven y espectacular irrupción fue la del alemán Boris Becker. Su presencia en Wimbledon fue un auténtica sensación.

A Becker se le vio volar, literalmente sobre la red de Londres y sus voleas eran celebradas con exclamaciones de sorpresa y euforia por el público inglés.

Su explosiva manera de jugar y su comportamiento fue siempre un espectáculo para todos los aficionados al tenis. Aunque su gran catedral fue Wimbledon, Becker se convirtió en un fenómeno social muy seguido tanto en Alemania como en el resto del mundo.

Paradorn Srichaphan

Uno de los tenistas más folklóricos que han tomado parte en el "circo de la ATP" ha sido Paradorn Srichaphan. El tailandés fue uno de los referentes en el mundo asiático y todo un ídolo en su país. Como tenista no era nada especial, pero su look siempre espectacular.

Paradorn Srichaphan un ídolo en Asia. Foto:lainformacion.com/Ian Walton/Getty Images

Su tenis agresivo y rápido fue muy vistoso, pero evidentemente su trascendencia, más allá de las canchas fue el éxito de un tenista que venía de un país sin ninguna tradición, Tailandia.

Baghdatis

El chipriota también ha sido un gran reclamo para el tenis durante, especialmente, su irrupción en el circuito. A finales de 2004 pasó de ser el número 1 del mundo júnior a jugar con los profesionales. Lo hizo en el US Open y con muy buenas sensaciones. Sólo perdió ante Roger Federer, a la postre ganador del título y fue uno de los dos tenistas, junto a Agassi que le arrancó un set.

Baghdatis es espectáculo en sí. Foto:lainformacion.com/Clive Burnskill/Getty Images

El chipriota es un espectáculo en sí. El tenista es uno de los más talentosos del circuito y combina algún golpe realmente desafortunado con tiros de fantasía. Es absolutamente imprevisible, pero uno de esos días en los que está entonado hace vibrar a la afición.

Santoro

El mago. Santoro ha sido uno de los tenistas que no ha dejado indiferente a nadie. Las palabras para definir el juego de este mago de la bola, (así se le apodaba "El Mago"), son absolutamente insuficientes.

El espectáculo que ha brindado Santoro sobre una pista de tenis no tiene parangón. Sólo tiene sentido sentarse y disfrutar de sus golpes, sus cambios de ritmo y sus increíbles efectos. Lo dicho. El Mago. A disfrutar.

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