
Mucha gente todavía recuerda el revés a una mano de Philipp Kohlschreiber. El tenista alemán se retiró en 2022 después de haber conquistado ocho títulos, llegar número 16 del ranking ATP y alcanzar los cuartos de final en Wimbledon 2012. Acostumbraba a ser un jugador de la clase media que poseía un gran juego, pero que nunca llegó a traducirse en grandes títulos, aunque siempre puso en dificultades a los mejores tenistas (ganó dos veces a Djokovic y una a Nadal). Tras más de 20 años como profesional colgó la raqueta y tras un par de años de descanso decidió aventurarse como entrenador.
Esa transición de tenista a entrenador no siempre es fácil y no siempre implica que el éxito y la experiencia se traslade a tu pupilo. El ejemplo más reciente es el de Andy Murray con Novak Djokovic, una primera experiencia para el escocés que solo duró seis meses. Sin embargo, el alemán decidió empezar desde más abajo, con una joven promesa del tenis germano que podría moldear y enseñar para en un futuro próximo desembarcar en el circuito profesional. Su compatriota es Justin Engel y antes de ser tutelado por Kohlschreiber ya consiguió un hito a tener en cuenta.
A los mandos de una nueva joya que pulir
En octubre de 2024, Engel se convirtió en el primer tenista del 2007 en conseguir una victoria en el circuito ATP, fue en la primera ronda en Almaty. Poco después comenzó la colaboración con el extenista y también consiguió otro récord de precocidad. Se convirtió en el segundo tenista más joven desde 1990 en conseguir una victoria en las tres diferentes superficies del circuito, solo un jugador más precoz que él lo consiguió: Rafael Nadal.
Engel siguió dándose a conocer y rompiendo más puertas, la última de ellas al inicio de la gira de hierba. El alemán recibió una invitación para el ATP 250 de Stuttgart y dio la sorpresa llegando a los cuartos de final, donde Auger-Aliassime le apeó. Después jugó la previa del ATP Halle donde cayó en el último partido clasificatorio ante Sebastian Ofner y hoy debutará en el ATP de Mallorca ante Leaner Tien tras haber alcanzado el 219º puesto en el Ranking, su mejor posición hasta la fecha. Con estos grandes resultados, se ha colocado 9º en la race para las Next Gen Finals de Jeddah. Por lo que se puede decir que está cumpliendo con las expectativas.
"He tenido bastante suerte, diría yo. Es mi primera experiencia desde el otro lado. Es muy decidido. Está muy centrado en el trabajo duro, a veces demasiado, así que yo también estoy aquí para frenarle y no precipitarme. No tienes que presionarle, siempre está ahí, da el cien por cien, así que es un aspecto muy bueno con el que trabajar", confesaba Kohlschreiber en una entrevista con la ATP.
El extenista se deshizo en elogios hacia su pupilo: "Es un jugador joven y trato de ayudarle a aprender lo más rápido posible las cosas por las que todos pasamos. También es un gran tipo. Le encanta el tenis, le encantan los aficionados, le encanta estar en los grandes torneos, lo que en estos momentos para nosotros sigue siendo una gran ventaja".
Aun así, es consciente de que todavía le queda un largo camino por recorrer, tanto a su jugador como a él de entrenador: "Todavía tenemos que pasar por el Challenger Tour, pero si tiene la oportunidad de jugar grandes torneos, disfruta mucho con ello y también con la conexión y las vibraciones de los aficionados. No quiero decir que sea un ‘showmaker’, pero le encanta la atención y dar algo a cambio a los aficionados".
El de Augsburgo aprovechó para diseccionar el tenis de Engel: "Empezó muy pronto a trabajar su cuerpo en el gimnasio, por lo que es físicamente muy fuerte. Va al límite cada día en la pista. Juega durante muchas horas, y tiene la capacidad de crear velocidad desde ambos lados y con el saque. Así es el tenis moderno. Hay que tener potencia para terminar los puntos y un buen saque, y estoy muy contento de que aporte esas cosas buenas. Por otro lado, creo que ahora mi trabajo es combinar su potencia con un poco de estrategia, selección de golpes y dureza en el punto. También es importante asegurarme de que no sea demasiado fácil jugar contra él. Creo que es una gran combinación. Él aporta la potencia, y yo los conocimientos adquiridos en muchos partidos de tenis para intentar mejorar su forma de pensar en la pista".
Los ojos y las expectativas ya están puestas en Engel, y Kohlschreiber ya intenta ponerle los pies en el suelo: "En realidad sigue teniendo 17 años. Me enseña su teléfono y me dice: ‘Oye, tengo nuevos seguidores en Instagram’ y cosas así. Yo sonrío y le digo: ‘Genial, sigue empujando y te seguirán más’. Se ve que todavía es muy joven con estas cosas, pero lo lleva todo muy bien. Como he dicho, es uno de esos chicos a los que les gusta jugar en grandes pistas, también contra grandes nombres, pero tiene respeto. Se pone nervioso como todo el mundo, pero disfruta de verdad y trata de enfrentarse a los grandes escenarios. Creo que eso es muy bueno, porque no tiene miedo de demostrar que es un gran tipo en la pista, aunque haya muchos espectadores. Creo que también es un buen paso para el futuro, jugar en escenarios más grandes y recibir la energía de los espectadores", sentencia el extenista que, de momento, ha elegido un buen proyecto para comenzar su carrera como entrenador y que junto a su pupilo lucharán por un mismo objetivo: pasar de promesas a convertirse en una realidad, uno como técnico y otro como jugador.