
Aryna Sabalenka perdió la final del Open de Australia 2025, pero lo que no ha perdido es su personalidad. La bielorrusa tiene claro su objetivo que es continuar mirando hacia adelante, permitiéndose tan solo echar la vista atrás para ver cuánto le ha costado estar en su posición. La número 1 del mundo sabe lo que es el sacrificio y el trabajo duro, pues ha tenido que surfear más de un contratiempo en su vida. En una reciente entrevista para Flaunt, Aryna habló de lecciones importantes que la vida le obligó a aprender o de cómo la muerte de su padre afectó a su tenis.
La mayor lección de su carrera
“La mayoría del tiempo pierdo. Aprender a perder es la lección más difícil que hay. Lo primero es que no aceptas la derrota y te comportas como una bruja. Aprender a perder y aun así ser una buena persona y entender que solo es un instante es duro. Soy la número uno del mundo, pero solo he ganado cuatro torneos. Es importante seguir disfrutando de la vida mientras no estás teniendo el éxito que te gustaría tener en la pista”.
La importancia de desconectar del tenis
"Soy muy competitiva. Y soy agresiva en algunos aspectos en la pista, es un poco locura. Tienes que estar en guardia, algo que es muy difícil de controlar, estar así durante todo el día. Cuando no estoy entrenando, solamente intento hacer cosas que me den alegría. A veces, tan solo es ir a una cafetería a tomar un café. Simplemente disfrutas del lugar, te sientas a tomar tu bebida, ves Instagram y haces alguna tontería. Desconectar. Es importante".
Un ejemplo para su hermana pequeña
“Sin duda, mi familia y mi comunidad son los que me motivan a seguir adelante. Tuve momentos en los que me quise rendir, pero pensaba: 'no puedo rendirme, quiero que estén orgullosos de mí, llevarles algo de positividad a sus vidas porque se alegran cuando gano'. Y quiero ser un gran ejemplo para mi hermana. Tiene 11 años menos que yo y quiero que vea un buen ejemplo en mí, igual que yo lo vi en mi padre”.
No podía controlar las dobles faltas desde que murió su padre
"De verdad que no sé qué pasó con mi salud mental, pero hubo un año en el que no podía sacar. Si cometes doble falta durante todo el partido, no puedes llegar al nivel que quería alcanzar: ganar un Grand Slam. Estuve sufriendo durante un año y medio. Una día pensé: 'está bien, se acabó, no puedo'. De alguna manera era vergonzoso. No podía encontrar una solución y pensé que quizá era una señal para dejarlo".
Muchos sacrificios, pero feliz
“Cuando alcanzas el nivel en el que sueñas estar, a pesar de los sacrificios y traumas, miras atrás y te sientes muy agradecida. Esa es la mejor sensación. Eso me hace entender que durante toda mi vida he hecho lo correcto. No ha sido una pérdida de tiempo”.