
Por cuarta temporada consecutiva, Alex De Miñaur se ha plantado en la segunda semana del Open de Australia, confirmando que ha aprendido a lidiar con esa presión de jugar en casa y ejercer de máximo favorito local. Ahora la pregunta es: ¿logrará pisar por primera vez los cuartos de final? Después de remontar un duelo muy duro ante Cerúndolo, ahora el camino le cruza con Michelsen, aunque la clave parece que sigue estando en su raqueta. O mejor dicho, en su cabeza. En su charla con la prensa tras avanzar a octavos de final, Alex confesó cuál es su filosofía cada vez que sale a competir, la promesa que se hace cada día desde el momento en que pisa la pista.
De menos a más en el partido
“Definitivamente, no ha sido bonito perder ese primer set, pero encontré la manera de regresar. Eso es todo lo que importa, es todo lo que necesito hacer en este tipo de momentos, encontrar una manera de superar la primera semana. De ninguna manera fue un momento agradable, no me sentía cómodo ahí fuera, veía que las cosas no iban realmente a mi manera, así que me alegro de haber superado esa línea. Esa volea al final del segundo set marcó la diferencia, absolutamente”.
Una promesa permanente
“Antes de caminar hasta la cancha, siempre hago el mismo pacto conmigo mismo, una promesa que me gusta marcarme: voy a competir hasta el último punto pase lo que pase. Mira, si tenía que ponerme dos sets abajo, mi actitud no iba a cambiar, como tampoco mi lucha o mi creencia. Sí o sí iba a competir hasta el final. Claro que mi vida se puso más fácil remontando ese set en lugar de estar dos sets abajo, ahí me hubiera tocado armar una batalla mucho más física. El hecho de ganar ese parcial me hizo ver que la línea de meta estaba mucho más cerca”.
La presión de jugar en casa
“Siento que aprendí mucho. Mirando atrás, creo que este es probablemente el primer partido quede jugado en el Open de Australia donde de verdad no me sentía cómodo. De repente, sentí un poco de presión jugando, no sabía qué hacer. Simplemente me dije a mí mismo que había que permanecer ahí fuera y competir. En cierto modo, dentro de mí siempre supe que algún día tendría que vivir esta experiencia, un día donde los nervios y la presión estuvieran ahí, una especia de expectativa. Hoy ha pasado y reconozco que prefiero ganar feo a perder bonito, ¿verdad? Ahora tengo que trabajar para asegurarme que el próximo día subiré el nivel”.
Gestionar el calor del turno de día
“No hay mejor sensación que jugar frente a una multitud llena, incluso cuando juegas en el turno de día y estás ahí fuera durante cuatro horas, hay muchísimo cariño en las gradas y eso también juega su papel. Obviamente, el calor es un factor muy importante, durante la mayor parte del partido la gente está ahí sufriendo soportando el sol, pero me apoyaron desde el primer punto hasta el último, lo cual es muy especial. Hoy tocó sesión de día, pero he nacido y crecido bajo el sol australiano, estaba listo para jugar tres, cuatro o cinco sets. Me sentía bien físicamente, sé todo el trabajo que he puesto, eso me dio confianza para salir y seguir compitiendo hasta el final”.
Alex Michelsen en cuarta ronda
“Contra Michelsen he jugado dos veces, una victoria por cada lado, uno en arcilla y otro en cemento. Viene jugando bien, ahora se ha convertido en un rival muy peligroso con mucha confianza, seguro que estará listo para la batalla. Va a jugar sin miedo, así que haré todo lo posible para dificultarse el partido”.
Piropos de Djokovic hacia su persona
“Cuando escuchas cualquier cumplido que venga de alguien como Novak, que es casi perfecto en todos los aspectos del juego, obviamente es muy agradable escucharlo. Siempre se aprecia un comentario así, al final trabajamos muy duro con nuestros equipos detrás de las cámaras. Siempre es bueno que otros jugadores del vestuario se den cuenta, significa que estás haciendo las cosas bien, es una gran sensación. En el pasado, en partidos como el de hoy, seguramente no habría encontrado la manera de darle la vuelta, fue duro perder ese primer set que parecía tener entre las manos. Esta versión de mí mismo es exactamente eso: incluso si no tengo mi mejor día, voy a competir hasta el final, seguiré poniéndoselo muy duro al que esté enfrente de mí. Construyo sobre eso, así que espero que vengan cosas grandes y mejores momentos en la próxima ronda”.