
Carlos Alcaraz tiene entre ceja y ceja el título de Wimbledon 2024 y para ello continúa sumando victorias de peso. El murciano está cada vez más cerquita con su pase a semifinales tras someter a Tommy Paul en una gran batalla por 5-7 6-4 6-2 6-2. La remontada del español fue toda una exhibición de fuerza, temple y garra en la que logró mantener a raya al americano, que estaba siendo una durísima roca. Paul le exigió tanto en los primeros sets del encuentro que Carlitos no tuvo otra opción que dejarse llevar por sus buenas sensaciones y acabar elevando su nivel ante un rival que fue de más a menos. Así, el murciano continúa con su defensa del título y ahora deberá enfrentarse a un peligrosísimo Daniil Medvedev que llegará después de vencer a Jannik Sinner.
El primer set del partido no defraudó para nada, aunque parecía que el español había arrancado con una marcha más, gozando de múltiples bolas de break nada más arrancar. El americano logró salvar los muebles, siendo muy rápido y marcando ambos un ritmo de partido altísimo y con mucha variedad. A pelotazo limpio, como aquel que dice. El murciano tuvo muchas oportunidades de rotura, aprovechando finalmente la sexta con una gran derecha cruzada ganadora. Y es que Carlitos trabajó muy bien los puntos, pero delante tuvo a un Paul que reaccionó más que rápido para igualar, incomodando mucho al resto y presionando los segundos servicios de su rival.
Y es que imperaba la igualdad en un partido muy entretenido en el que Carlitos sufrió muchísimo ante la solidez del estadounidense, lo que hizo que el murciano se dejara llevar por los errores. La incomodidad del español era muy evidente con un Paul atento en los rallies y muy agresivo en un juego interminable que terminó sacando Alcaraz, pero con muchas dudas. Y es que al murciano no le estaba saliendo nada, mientras que su rival estaba más fino con el servicio, restando todo y llevándole de un lado a otro. Así, Carlitos se acabó dejando llevar por la tensión en el peor momento para ceder el set superado en la red tras un passing espectacular.
Carlitos pone en marcha la maquinaria
Y es que el español se mostró bastante incómodo ante la determinación de un Paul que tenía respuesta para todo, siendo demasiado peligroso hasta el punto de volverse a poner por delante nada más arrancar el segundo parcial gracias a la tensión que acumulaba el murciano. Alcaraz necesitaba poner freno a un Tommy totalmente crecido y que lo estaba devolviendo absolutamente todo. Y así fue. Carlitos logró desestabilizar finalmente a su rival para igualar la contienda y cambiar un poco la tendencia. Seguía sufriendo al resto, pero por lo menos ya estaba sacando mucho mejor, algo que andaba necesitando en su juego. Así, el momento más frágil de Tommy llegó, mostrando las peores sensaciones en todo el partido y cometiendo errores que llevaron al murciano a atacar sus segundos saques y sentenciar el segundo parcial.
Ahora bien, la dureza del tercer set no quedó nada reflejada en el marcador, pues ambos protagonizaron un auténtico baile de breaks que no dejaba nada claro sobre el papel. Carlitos arrancó con bastante energía, mientras que el americano sí que es verdad que se dejó llevar un poco más por los errores. El murciano no acabó de aprovechar todas sus oportunidades, pero aún así logró sacar un juego larguísimo y muy duro que le dio el impulso que necesitaba. Tommy le llevó de lado a lado, pero Alcaraz estaba muy cómodo sobre la pista y con mejores sensaciones, siendo más certero al resto y cerrando el set muy firme al servicio.
Eso no significaba que no se estuviese librando una férrea batalla. Sin embargo, Alcaraz dio un paso adelante, siendo mucho más incisivo al resto y soltando la derecha como solo él sabe. El americano ya empezó a mostrarse más perdido ante un rival que le estuvo apretando mucho desde el fondo de la pista. Aunque Tommy no dejó de pelear hasta el final, el murciano estaba en su salsa, llegando ahora a todo y moviéndose espléndido desde atrás hacia adelante. Así, afinando sus tiros, Carlitos se vio con dos breaks a favor en un abrir y cerrar de ojos para terminar llevándose un partido que había empezado de la peor manera. Subiendo su nivel, el murciano se permite seguir soñando. Ahora, Medvedev.