
Si hay un hombre que no quiere ver la hierba casi ni en pintura ese es Casper Ruud. El noruego se mantiene al margen de la competición mientras sus rivales cogen rodaje en esta superficie que los acompañará en las próximas semanas. Y es que Ruud no esconde su mala relación con el césped, pues ya bromeó el año pasado con que “le daba alergia”. Así, este 2024 no ha sido una sorpresa que el noruego no aparezca inscrito en ningún torneo previo a Wimbledon. Ya la pasada temporada acudió directamente al Grand Slam londinense, algo que repetirá en esta ocasión.
¿Y cómo le fue? Pues no progresó más allá de la segunda ronda, cayendo en cinco sets ante Liam Broady. Esta vez no sabemos qué le deparará la hierba británica, pero no hay muchas expectativas puestas en su actuación. Así, por otro lado, tan solo defiende 45 puntos de esa segunda ronda, lo que es una buena oportunidad para agarrarse a la pista con el objetivo de sumar para su ranking. Y hablando de rankings, Ruud es el único del top 10 (si excluimos a Novak Djokovic que se está recuperando de una operación de menisco) en no jugar ninguno de los torneos que se están disputando sobre hierba. De hecho, si ampliamos la mira más allá, es el único tenista dentro del top 40 sin lesiones conocidas que no está jugando ningún evento ATP.
Es una lástima que Ruud no haya decidido pisar una pista de hierba antes de poner rumbo a Wimbledon, pues deja marchar una gran ocasión de acumular puntos que le pueden venir muy bien de cara a los próximos meses donde las pistas rápidas serán las grandes protagonistas. Y es que la mejor parte de la temporada para el noruego ya ha pasado, pues la tierra batida es su mejor hábitat, siendo las semis de Roland Garros el último partido en el que hemos podido verle. Recordemos que en aquellas semis ante Alexander Zverev, Rudd tuvo que lidiar con un malestar estomacal que no le dejó brillar desde el segundo set.
Necesidad de descanso y dificultad para moverse bien en césped
Eso sí, este problema en su estómago no es el culpable de su ausencia en las pistas de hierba. Su balance en esta superficie es de 4 victorias y 7 derrotas, algo complicado de mejorar si Ruud continúa en sus trece de alejarse cuando llega esta gira. Sin embargo, el año pasado en Wimbledon justificó hacerlo por necesidad: "La gente puede opinar lo que quiera, pero es una temporada larga y exigente para mí, por lo que tengo que tomarme algún descanso. La opción natural para mí es saltarme algunos eventos entre Roland Garros y Wimbledon, sobre todo, porque tengo planeado seguir compitiendo en tierra batida después de terminar mi participación aquí".
Además, Casper también habló abiertamente de que no obtiene buenos resultados porque le cuesta mucho moverse sobre el césped: "La movilidad es complicada para mí, no me veo con la seguridad necesaria en los apoyos para meter tanta fuerza e intensidad en las piernas al golpear como hago en tierra batida, especialmente con mi drive. Eso reduce la potencia de mis tiros porque si acudo con explosividad a golpear, al aterrizar en la hierba suelo resbalar. Sé que conviene dar pasos cortos y veloces, algo que quita peligrosidad a mis golpeos y me hace ser precavido, especialmente cuando tengo que golpear en movimiento. Está claro que lo mejor es tener un gran saque y buen drive. Yo tampoco es que tenga los mejores golpes cortados, no suelo hacer dejadas, me cuesta ir a la red... Es difícil para mí, pero tengo ganas de mejorar".
¿Veremos a un Rudd capaz de dejarnos sin palabras?