Nadal se sincera: "Estoy redescubriendo el placer de jugar al tenis"

El mallorquín es honesto en una charla con L'Equipe y reflexiona sobre su partido con Zverev, su estado físico y mental y sus aspiraciones de cara a los Juegos Olímpicos.

Carlos Navarro | 15 Jun 2024 | 13.15
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Rafael Nadal. Fuente: Getty
Rafael Nadal. Fuente: Getty

Rafael Nadal no descansa. No, ni tan siquiera cuando deja la raqueta a un lado: el mallorquín entra en una vorágine de compromisos profesionales y actos en los que es preguntado sobre aspectos de máxima actualidad. El último de ellos tuvo lugar en Tossa de Mar, donde Rafa presentó un nuevo hotel y se citó con L'Equipe en su primera entrevista tras lo sucedido en Roland Garros 2024. Su derrota ante Alexander Zverev no dejó un sabor de boca tan amargo: en palabras del balear, se juntaron una serie de factores que contextualizan y suavizan la caída en primera ronda del Grand Slam parisino.

"Tras el ver el cuadro no pensé que fuera misión imposible, pero sí sabía que era malo. Llegué con dudas debido a la derrota en Roma, que fue un desastre. Al mismo tiempo, sabía que sería diferente, llegaba mejor preparado. Desde ahí, todo salió al revés: el cuadro, las condiciones de juego bajo techo... fue algo que no dije después del partido, pensé que no era el momento. Zverev es un gran jugador, acabó llegando a la final. Hubiese necesitado un Zverev un poco peor de lo que jugó; por mi parte, no pude aprovechar las oportunidades que podían haber cambiado el partido. Eso sí, la emoción fue inmensa, como siempre es cuando entro a esta pista. Es una sensación muy difícil de describir".

Otro de los focos de atención con respecto a la figura de Nadal en París se trató de un posible homenaje, una despedida que hiciera honor al mayor campeón que ha visto la Philippe Chatrier. El propio Rafa confirmó las palabras de Amelie Mauresmo: se había planificado una ceremonia a la que Nadal dio el OK, pero todo cambió en los últimos días de entrenamiento. "Al principio dije que sí, pero en el último minuto me di cuenta de que no la quería. Me hubiese dolido anunciar que sería mi última vez en este torneo sabiendo que no tuve la oportunidad de prepararme como me hubiese gustado... y nada impedía al torneo esperar un año más. Si el homenaje tiene lugar cuando yo esté retirado, iré como retirado. Si vuelvo a jugar, allí estaré. Antes de empezar este Roland Garros, no estaba seguro de nada. No estaba listo para algo así en aquel momento".

"QUIZÁS HABRÍA PASADO ALGO MUY DIFERENTE"

Revisitar Roland Garros es un ejercicio de honestidad y, en cierto modo, de dolor. ¿Por qué? El gran objetivo de Nadal era llegar a la cita parisina en plena forma... y no lo pudo conseguir. "Llegué muy pronto a París para entrenar, lo necesitaba. Cuando sales de un periodo complicado, estar en Roland Garros te da una energía extra. Mi semana de entrenos fue fantástica. Por supuesto, el deporte se trata por encima de todo de los resultados, pero yo le doy importancia a otras cosas y fue una semana en la que me lo pasé genial jugando al tenis, disfruté de cada momento. La forma en la que estaba en la semana previa a Roland Garros es la que me hubiese gustado tener antes de Montecarlo. Si esto hubiera ocurrido, podría haber soñado con hacer algo muy diferente. Sin embargo, eso no fue lo que ocurrió".

Abrir aún más el abanico y trasladarnos en el tiempo a los últimos seis meses deja a Rafa en una situación aún más complicada, si bien "no tan mala" en comparación con el 2023. "Los últimos dos años han sido difíciles, he pasado muchos momentos complicados, sobre todo con mi operación de cadera, además de mis problemas en el abdominal y sin olvidar la lesión de Australia. Me han entristecido. No me he sentido listo para entrenar y jugar como yo quería en un largo tiempo, pero ha habido una evolución positiva últimamente. Llegué a Roland Garros, quizás, en mi mejor momento de los últimos dos años".

Llegamos al ahora... y ahí Rafa se encuentra cada vez más cómodo. Disfrutando. Sin pensar en posibles despedidas u homenajes. Dándole importancia al presente y marcándose una meta muy clara: los Juegos Olímpicos de París. "Mis sensaciones en las últimas semanas me han hecho querer explorar un poco más, querer ver qué puede pasar. Estoy redescubriendo el placer de jugar al tenis, de disfrutar. Quiero darme la oportunidad de ver si mi físico se mantiene a este nivel o si éste es un momento pasajero y todo vuelve a ir mal. Quiero ver cómo me siento después de los Juegos Olímpicos, ahí ya veremos qué pasa, qué decisiones tomo. Siempre lo haré con mucha serenidad, con la satisfacción de haber dado siempre el máximo. Cuando tenga que tomar una decisión, la yomaré sin problemas. Siempre dije que este sería mi último año, pero no puedo estar seguro porque al fin y al cabo nunca se sabe qué puede pasar en el futuro".