
Con una transición de apenas tres días entre los partidos, Albert Ramos cambia la tierra batida de Lisboa por la pista dura del Challenger Málaga Open 2023. Tras conseguir la victoria en su debut, el español busca seguir avanzando en el torneo andaluz.
No ha sido una temporada sencilla para Albert Ramos Viñolas (Barcelona, 1988). El catalán comenzaba el año dentro del Top 40, pero, después de una gira de tierra batida sin grandes resultados, su clasificación se coloca ahora en el número #93. Con 35 años, 19 como jugador profesional, Albert dejaba claro hace unos meses que seguirá en la competición hasta que su nivel no sea suficiente, aunque dejaba claro que continuaría luchando por darle la vuelta a la situación.
El día después de haber conseguido una trabajada remontada ante Adrian Andreev en el Málaga Open 2023, Ramos atiende amablemente a Punto de Break en exclusiva para charlar sobre su estado actual, objetivos y lo que más le gusta del tenis, entre otras cosas.
¿Cómo fue tu debut en Málaga?
Fue un partido duro. En todos los torneos se está viendo que el nivel está muy igualado, en todo el tenis actual.
¿Sueles hacer muchas entrevistas a lo largo del año?
No, no muchas.
¿Te gusta estar alejado de la atención mediática?
No soy una persona muy extrovertida, la verdad, y tampoco es que me guste mucho Instagram o las redes. Intento pasar un poco desapercibido y estar tranquilo.
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta del tenis?
Lo que menos me gusta es que son demasiadas semanas fuera de casa, es un no parar, sobre todo los jugadores de mi nivel, que queremos jugar los torneos grandes y a veces tenemos que jugar también torneos más pequeños para sumar puntos. Nos vamos a 30/35 semanas al año estando fuera de casa. Esto, durante tantos años, es brutal. Es duro, especialmente cuando tienes familia, se hace muy complicado. Lo que más me gusta es la competición, jugar partidos y, sobre todo, cuando más me gusta es cuando es cerca de casa.
¿Cómo te encuentras actualmente en cuanto a nivel de tenis?
No estoy en mi mejor momento. Ha sido un año muy complicado. La temporada de tierra en Europa no ha ido nada bien, no he jugado muy bien, pero esto es así. Después de tantos años, uno ya sabe cómo va. Físicamente estoy bien. Tengo 35 años, pero estoy intentando ahora terminar el año en el Top 100 y después, al acabar la temporada, tengo que pensar un poco, pero en principio el año que viene seguiré.
¿Cómo es la transición de tierra batida a pista dura?
Es difícil. Cuando intentas ganar puntos en torneos para sumar, para subir en el ranking, tienes que jugar lo que toque. El de Lisboa era el último torneo Challenger sobre tierra en Europa hasta Valencia y, como no me apetecía mucho irme a jugar a Sudamérica, pues he venido aquí. Es un poco difícil con dos días, pero creo que lo he hecho lo mejor posible. Dentro de lo que cabe, la pista es rápida, pero la pelota es lenta, así que no es tan, tan rápida.
¿Cuál es la peor y la mejor transición entre superficies?
A mí me cuesta más pasar de rápida a tierra que de tierra a rápida.
¿Estás centrado estos días en mejorar algo en particular de tu tenis?
Realmente, no. Cambiar un poco la manera de jugar, tampoco tanto, pero un poquito más agachado, sacar un poco más, entrenar el saque, el resto, pero tampoco he tenido mucho tiempo.
Te vimos en el partido dirigiéndote en alguna ocasión a tu entrenador, ¿qué opinas del coaching?
A mí, personalmente, no me gustaría que estuvieran sentados en la silla como en Copa Davis, y tampoco me gusta que graben las conversaciones porque es algo muy personal. No es lo mejor para jugar, pero a veces, los jugadores nos desahogamos un poco con los entrenadores y ellos hacen el trabajo lo mejor que pueden. Intentan dar soluciones tácticas, alguna solución técnica cuando hay algún problema, aunque no es tan común durante un partido, pero a veces puede ocurrir. En ocasiones intercambiamos cómo cree que tengo que jugar el siguiente punto, si tengo que sacar a un sitio, a otro, o si tengo que restar adentro o afuera, si tengo que jugar más por el revés, la derecha o medio.
¿Te gusta tener a tus rivales controlados en los torneos?
Sí, pero ahora que he vuelto a jugar Challenger después de algún tiempo me encuentro a jugadores que no conozco, como por ejemplo el de ayer.
¿Dónde notas la mayor diferencia del circuito ATP al Challenger?
Si te soy sincero, estoy viendo que muchos rivales juegan contra tenistas que vienen del circuito ATP y juegan muy sueltos, el nivel es muy alto. A mí también me pasa, cuando me enfrento a un jugador que es teóricamente superior a mí en el ranking o en nivel, juego mucho más suelto y mejor. La semana pasada en Lisboa fue con un chico que jugó a un nivel increíble en semifinales. Hay mucha gente de mucho nivel que, al menos contra mí, juegan muy bien. El tenis tiene un nivel muy alto no sólo entre los 100 primeros.
Jugaste contra Carlos Alcaraz en Roma, ¿cuál dirías que es su mayor virtud y defecto, si se puede sacar alguno?
Defecto difícil cuando es el número dos del mundo tan joven, y ya he jugado varias veces. Como virtudes, tiene una velocidad de bola muy, muy alta, superior a la mayoría de jugadores, es muy rápido, muy habilidoso. Aparte de que hace todo muy bien, cuando está a punto de perder, sube un poquito más el nivel y hace puntos increíbles.
¿Cómo afrontas la próxima temporada?
Estoy un poco cansado, esta temporada ha sido muy larga, estamos a final de año, con ganas de acabar y descansar un poco, de estar con la familia, pero todo apunta a que seguiré. Me encuentro bien físicamente, el tema es que este año no ha habido resultados. Descansaré un poco e intentaré prepararme para el año que viene.
¿Qué puedes cambiar para que lleguen los resultados?
No puedo cambiar muchas cosas, ya me gustaría poder cambiar un golpe y mejorarlo mucho, pero ya lo he intentado durante toda mi carrera, así que voy a intentar estar físicamente bien y a tope en cada partido, estar sano y tratar de hacerlo lo mejor posible.