34 años es una edad más que razonable para seguir jugando al tenis. Miren a nombres como Stan Wawrinka o Richard Gasquet, que cumplirán esta temporada 38 y 37 años, respectivamente, y se mantienen competitivos en la élite del circuito ATP. Esta máxima no aplica, por desgracia, a aquellos que fueron asolados por lesiones de tremenda gravedad. Una de esas carreras 'truncadas' fue la de Juan Martín del Potro, que alejó su mente desde hace ya más de un año de la competición. Lo hizo, eso sí, de manera forzada, por una espiral de lesiones que amenazaban con comprometer su día a día futuro. Alejado del circuito y sin visos de volver, ahora el argentino aparece en diversos compromisos mientras se mantiene al día de todo lo que ocurre en este deporte.
Su última aventura le ha llevado a Brasil. Allí será el embajador y padrino de una competición a nivel sudamericano organizada por Roland Garros, un torneo entre los mejores júniors de la región que otorgará una invitación al cuadro principal júnior del segundo Grand Slam del año. Algunas de las grandes joyas juveniles de países como Brasil, Argentina, Colombia o Chile se batirán el cobre ante la atenta mirada del tandilense, que aprovechó para ofrecer algunas declaraciones realmente interesantes en la previa del evento. Una de esas reflexiones imperdibles (recogidas por Site Tenis News) hace referencia a su gran espinita clavada, el gran anhelo de una carrera que tocó la gloria durante numerosas ocasiones pero que jamás vimos desplegar al 100% debido a las malditas lesiones.
"Lo único que me faltó fue ser número uno del mundo. Siempre fue un sueño y siempre trabajé para lograr ser el mejor, pero también estoy superorgulloso de mi carrera. Nunca logré ser número uno porque estaba Nadal, Federer o Djokovic, y cuando veo el ranking o veo los años de mi carrera y veo con quién estaba peleando por ser número uno, también es muy lindo saber que ellos fueron los que no me dejaron conseguir ese sueño", afirma con rotundidad un nostálgico Juan Martín, que ensalzó la feroz competitividad en las altas esferas del circuito durante sus mejores años como profesional. No anda muy errado: su gran 'segunda juventud', allá por 2018, coincidió con la resurrección del mejor Djokovic (y la presencia de un gran Nadal que evitó, por ejemplo, que avanzara en Wimbledon); su gran explosión entre 2008 y 2009, con la regularidad y voraz constancia de Rafael Nadal y Roger Federer.
"NO VA A VOLVER A SUCEDER ALGO SIMILAR AL BIG THREE"
Porque lo vivió en sus carnes y fue una de sus grandes víctimas (y también uno de sus grandes verdugos), el argentino habla maravillas de un Big Three que, afirma, no encontrará comparación con el paso de los años. "Algún día el Big Three va a terminar. Será Carlos Alcaraz, Sinner, Rune u otros jóvenes los que lideren y marquen el ritmo en el circuito. Sin embargo, creo que todos aprendimos mucho del Big Three y, para mí, por muchos años, no va a volver a suceder algo similar".
Del Potro: 'Um dia o Big 3 vai terminar. Por muito tempo não vai haver algo similar'https://t.co/2fkWo7q6H4 pic.twitter.com/G1By0N2F6U