Kubler: “Ahora no tenemos que preocuparnos por llegar a fin de mes”

Jason Kubler es protagonista por desgracia de una historia de superación que incluye seis operaciones de rodilla y meses de lucha por volver a pelear por sus objetivos. Hace unos meses, el jugador de 29 años llegaba a cuartos de final de Wimbledon desplegando un gran nivel sobre la hierba de Londres, aunque después no consiguió ninguna victoria destacable en el circuito de individuales. Aunque tenía el foco puesto en esta categoría, Kubler alcanzaba dos finales ATP en dobles junto con John Peers y Luke Saville, algo que podía predecir su éxito en esta disciplina. A su lado durante este par de semanas para terminar ganando el trofeo en el Open de Australia 2023 ha estado Rinky Hijikata, jugador nacido en 2001 criado en el tenis universitario.

RINKY HIJIKATA, DOS TEMPORADAS COMO PROFESIONAL

“Estábamos contentos de estar en el cuadro, sinceramente. Nos dábamos por satisfechos con ganar un partido. Han sido dos semanas increíbles. Realmente no puedo expresarlo con palabras. No puedo creer lo que acaba de pasar.

Los dobles son una parte importante del tenis universitario. Tener a entrenadores como Paul y Tripp en Carolina del Norte y tener la capacidad de aprender de ellos es insuperable. Yo era probablemente uno de los peores doblistas, siendo honestos. Cuando compites contra gente tan buena cada semana es difícil no mejorar.

Kubs lo hizo muy bien el año pasado, alcanzó dos finales de dobles. Pensé que si me inscribía con él tendríamos oportunidades de entrar en el torneo, de conseguir una wild card. Es un jugador irreal. Supongo que elegí bien a mi compañero”.

JASON KUBLER, 29 AÑOS Y SEIS OPERACIONES DE RODILLA

“No lo hemos procesado aún. Es como si tuviéramos otro partido en dos días. Cuando nos despertemos mañana, seremos conscientes de lo que hemos conseguido. Vi una foto después de nuestra semifinal que decía que solo habíamos ganado ocho o nueve partidos en el circuito ATP. Ahora tenemos un título de Grand Slam.

Nunca pensé que esto me sucedería en dobles. Siempre pensé en el individual, nunca en el de dobles. Era lo que me motivaba en tiempos difíciles. Disfruto mucho jugando. No puedo disputar muchos torneos por mi baja clasificación. Es una locura lo que Rinky y yo podemos hacer el resto del año. Es el mejor momento de mi carrera. Es surrealista.

El premio económico supone una gran diferencia. Es un cambio en mi carrera. Después de esto puedo elegir quién quiero que venga conmigo y cuando, lo que es genial. Nos da una gran flexibilidad en los horarios, una gran tranquilidad. Ahora no tenemos que estar preocupados por llegar a fin de mes. Incluso si echamos de menos a nuestras familias, pueden viajar con nosotros. Ahora será mucho más cómodo”.