“Es uno de los mayores robos que he visto en este deporte”

Steven Díez fue protagonista en el torneo de Houston después de perder un partido que ya había ganado. ¿Cómo es posible? Hablamos con él para que nos lo cuente.

Fernando Murciego | 4 Apr 2022 | 21.59
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Steven Diez discutiendo con Amir Borghei en el torneo de Houston. Fuente: ATP
Steven Diez discutiendo con Amir Borghei en el torneo de Houston. Fuente: ATP

Domingo, fase previa, Steven Díez y Gijs Brouwer se enfrentan por un billete al cuadro final del ATP 250 de Houston. El partido se acerca a las dos horas de duración y llegan las primeras bolas de partido a favor del canadiense. El refrán no falla y a la tercera por fin es la vencida, con un saque abierto del neerlandés al que Díez responde con un resto ganador. 'Game, Set & Match’, grita el juez de silla, mientras el vencedor levanta los brazos celebrando su triunfo. Sin embargo, la escena dará un giro de 180º en los próximos minutos.

De repente, Brouwer señala la marca de su último servicio, una bola dudosa que quizá se haya ido fuera. El partido está terminado, así lo ha determinado Amir Borghei, pero el iraní 'reinventa' la norma y decide bajar a ver la marca. ¿Se imaginan lo que viene ahora, verdad? El umpire rectifica y dice que la bola ha sido mala, que Gijs no quiso jugar el punto y que el partido debe continuar. Steven, entre la incredulidad y la impotencia, no puede entender lo que está pasando. Estaba ya en el cuadro final de Houston, su primer main draw oficial desde septiembre de 2020, pero una persona se lo acaba de arrebatar de manera escandalosa.

Tras varios minutos de locura, el encuentro se reanuda. Díez, claramente alterado por lo sucedido, termina hundiéndose y perdiendo el partido (4-6, 7-5, 6-2). Horas más tarde, el destino le tiende la mano permitiéndole entrar al cuadro como lucky loser, pero el daño ya está hecho. Punto de Break contacta con el canadiense para que nos explique cómo vivió toda la polémica y cuáles deberían ser las consecuencias.

Cuéntame lo que pasa a partir del ‘Game, Set & Match’.

Cuando veo bajar al juez de la silla no me lo podía creer. Veo que se acerca al cuadro de saque y marca una bola un metro a la derecha de la marca real, el línea le corrige y le dice cuál es la marca verdadera, pero él insiste en que es la otra. Para colmo, luego me dice que mi rival no ha hecho saque-red, sino que saca y luego no sigue la jugada, que va directo a la marca y, por lo tanto, yo no le he pegado ningún passing. Ha pasado un día y sigo sin entender cómo puede ocurrir esto a estos niveles, en última ronda de fase previa de un ATP 250.

¿Recuerdas algo parecido dentro de una pista de tenis?

No es porque haya sido mi partido, pero de verdad te digo que no recuerdo una barbaridad así. Si esto llega a pasar en un Grand Slam o con un jugador equivocado, ya sea un Nadal, Djokovic, Federer o un Kyrgios, te aseguro que sale en todos los telediarios del mundo. Es una auténtica barbaridad que, además, coincide con una bola de partido.

¿Qué pasa después del match point?

Paramos el partido unos 7-8 minutos hasta que llega el supervisor, pero claro, el supervisor no estaba en la pista, así que tiene que creerse la versión del juez de silla. Una versión que el silla se inventa, ¡imagínate para que diga que el otro no había hecho saque-red! El supervisor me dice que no puede hacer nada, aunque luego en privado me dijo que se creía más mi versión que la del silla.

Y entonces te toca seguir jugando.

Me intenté recomponer de todo lo que había pasado pero no pude, se me hizo muy difícil. Intenté motivarme, incluso el público estuvo increíble conmigo, apoyándome en todo momento, creo que nadie quería que ganase el otro. No recuerdo un partido donde me haya sido tan difícil gestionar esa rabia interna al pensar que el partido lo tendría que haber ganado, nunca había vivido esas emociones dentro de una pista de tenis.

Es que el partido estaba ganado, lo que vino después es antinatura.

Te aseguro que después de quitarme las muñequeras, quitarme la tensión y a punto de dar la mano al rival… luego es muy difícil volver a conectar con el partido. Los siguientes dos juegos fueron nefastos, intenté todo lo posible para continuar, pero llegué incluso a marearme. No le deseo a nadie lo que me pasó.

¿Qué hacemos con ese juez de silla?

No dudo que el juez intentó hacer su trabajo lo mejor posible, pero no estuvo al nivel. Todo sucedió en el momento exacto para que ocurriera uno de los mayores robos que yo he visto en la historia de este deporte. Mira que he visto liadas de jueces de silla, pero este hombre cometió ayer varios errores seguidos en un mismo punto. Yo ayer gané el partido, así lo siento realmente, pero hubo dos partidos: el primero lo gané y el segundo lo perdí.

¿No has reclamado a la ATP?

El supervisor me invitó a ir a su oficina al terminar el partido, pero le dije que no era el momento, estaba tan caliente que igual decía alguna barbaridad de la que pudiera arrepentirme. Me duché, pasaron 45 minutos y entonces fui a su oficina, donde estaba el supervisor, el tour manager y el umpire de fuera de pista, un intermediario entre los dos. Cuando llegué ya habían revisado los vídeos y me dijeron que tenía toda la razón del mundo, que lo único que podía hacer era poner una denuncia interna explicando lo que había pasado, con mi firma y con la del supervisor.

Al menos te dieron la razón.

Me dieron la razón, pero a mí eso no me da de comer. Además de una ilusión y un sueño, esto también es mi trabajo, yo ahora mismo tendría que estar en mi casa, en Barcelona, pero tuve la gran suerte de que, por primera vez en mi vida, he entrado como lucky loser en un cuadro final ATP.

Imagino que habrá castigo para el juez de silla…

Dudo que le pase algo malo al silla, aunque tampoco se lo deseo. Es una persona, tendrá su familia y no quiero que salga salpicado, lo único que quiero es justicia. Si un tenista hace mal su trabajo, se va a casa. Cualquier persona que lo haga mal en su trabajo o que meta mucho la pata, se va a la calle. Son ejemplos de la vida real.

¿Has podido hablar con él?

No, pero me encantaría que si un día nos vemos por el club viniera a pedirme disculpas. Aparte de esto, creo que no debería arbitrar un partido más esta semana, no puede ser que hoy vuelva a subirse a la silla, aunque seguramente sea lo que pase.

¿Cómo te deja anímicamente este episodio?

Lo que pasó ayer en ese despacho fue increíble, rompí a llorar de rabia e impotencia, la gente no sabía ni dónde meterse. Vengo de sufrir varia lesiones, de pasar por algunos momentos personales complicados, además de no estar en mi mejor nivel. Justo ahora que estaba empezando a asomar un poco la cabeza va y me pasa esto, me roban de esta manera...

¿Has recibido el apoyo de tus compañeros?

Pensé que algún jugador potente y carismático me iba a respaldar, ayer hubo alguno que me dijo que sí, pero luego ninguno me ha echado una mano. Tampoco se lo tomo en cuenta, el tenis es un deporte de egoístas donde yo también me incluyo, al final del día cada uno tiene que mirar por sus cosas.

Un deporte donde los jueces de silla son intocables.

Al 90% te diría que sí, la única vez que yo he visto una sanción a un juez de silla fue cuando Gianluca Moscarella hace unos años abusó verbalmente de una menor, aunque si le conoces personalmente ya sabes que tiene esa manera de ser, aunque lo que hizo no está bien.

¿Veremos algún día a un umpire en la nevera?

Eso mismo le pregunté ayer al supervisor. Ahora mismo son intocables, aunque tengo en cuenta en todo momento que también son seres humanos y se pueden equivocar, por supuesto, pero lo pagamos nosotros. Ayer, al suceder en mi partido, es como que lo siento mucho más, fue una cagada monumental y no hay otra forma de describirlo. Fue una locura.