
Aún con la resaca de todo lo acaecido en el Open de Australia 2022 y sin perder de vista el rápido discurrir de los acontecimientos en el mundo del tenis, conviene hacer un exhaustivo repaso a las noticias más positivas y menos esperadas antes de dicho evento, así como a las implicaciones que tienen algunas actuaciones bastante decepcionantes en tenistas que tenían grandes expectativas. Nunca llueve a gusto de todos y este primer Grand Slam del año tiene vencedores morales, pero también vencidos.
Sorpresas positivas del Open de Australia 2022
Si algo queda claro en el mundo del tenis es que todos los aficionados agradecen enormemente estilos peculiares, personalidades distintas que den espectáculo y pongan freno a esa homogeneización evidente que se respira en este deporte. Dos hombres de estilos genuinos han hecho las delicias de todos los amantes de este deporte, como fueron Adrian Mannarino y Maxime Cressy. Frenados ambos por los dos finalistas del torneo, uno demostró que el talento tiene su recompensa, venciendo a Hurkacz y Karatsev, además de ponérselo difícil a Rafa en el primer set. Por su parte, el estadounidense eleva a un nivel superior el romanticismo en el tenis, recuperando ese añorado estilo de saque-volea con el que ha cuajado una esplendorosa gira australiana.
Aparte de ellos, resulta preciso mencionar a otro estandarte claro de la importancia del carisma como hilo conductor de una carrera deportiva: Gael Monfils. Quizá el galo tiene un palmarés mucho peor del que se esperaba cuando era joven, pero su personalidad en la cancha le granjea seguidores en todos los torneos a los que acude y verle en cuartos de final de un evento de esta magnitud ha sido toda una bendición. En el cuadro femenino, dos mujeres han destacado por encima del resto en este aspecto: Danielle Collins, dejando atrás sus problemas de artritis reumatoide, y la experimentada Alizé Cornet, capaz de vencer a dos ganadoras de Grand Slam como Muguruza y Halep.
Decepciones del Open de Australia 2022
No es demasiado difícil detectar ejemplos de tenistas que no han cumplido las expectativas, pero nos quedaremos con cinco casos por lo preocupante o extraño de ellos. Alexander Zverev es el que más ruido mediático genera ya que sus tropiezas en estos torneos forman parte ya de una leyenda negra en torno a su carrera, que podría verse comprometido en lo que a su anhelo de alcanzar la gloria se trata, al ver cómo nuevas generaciones surgen y le van comiendo terreno, sin que él esté aprovechando oportunidades. Muy asimilable al caso del germano es lo que le ocurre a Aryna Sabalenka, una mujer que pierde su clarividencia de ideas cuando llegan los grandes eventos.
La irregularidad está representada en Garbiñe Muguruza, capaz de tocar el cielo cuando parece predestinada a metas terrenales, así como de excavar su propia tumba cuando todo apunta a que es candidata a lo divino. No debe sorprendernos ni preocuparnos en exceso ya que volverá a encontrar la manera de poner sobre la mesa todo su potencial en una gran cita. Algo más inquietante es el caso de Andrey Rublev, que no termina de despegar y presenta una falta de plan B en su tenis y de consistencia mental que puede condenarle de forma evidente. Para terminar, una mención a Cori Gauff, cuya derrota en primera ronda sorprendió enormemente, aunque puede ser consideradas como un peaje por su juventud y un punto de inflexión en su proceso de maduración progresiva.