
Había mucho en juego y de nuevo le tocaba abrir la serie, una combinación peligrosa en manos de Andrey Rublev. El ruso consiguió sacar adelante su punto sobre Elias Ymer, pero le costó sudor y lágrimas. Pese a dominar con 6-2, 5-4 y saque, el sueco le dio la vuelta a la tortilla forzando la tercera manga, momento donde el ruso colapsó emocionalmente. Así lo explicó horas después en sala de prensa de esta Copa Davis.
"Hoy mostré emociones que no debía mostrar. Después del segundo set estábamos igualados, él estaba con mucha confianza, estaba mostrando muchas emociones en el tercer set. Me dije a mí mismo: Si quiero ganar, necesito cambiar mi actitud, necesito comenzar a creer también'. Si quería ganar el partido tenía que depender de mí, no de él. Entonces empecé a jugar un poco mejor, a obtener puntos de break, hasta que al final me llevé el tiebreak que era lo más importante", declaró el Nº5 mundial.