Kei Nishikori afronta esta gira norteamericana de pistas duras con el tanque lleno de confianza. Esta frase, por trivial que pueda parecer, no debe ni mucho menos pasar desapercibida: hacía muchos años que el japonés no encadenaba varias semanas con continuidad en su tenis, principalmente debido a su endeble físico y la retahíla de lesiones que ha venido sufriendo. Ahora, eso sí, su tenis parece haberse calibrado tras varios meses de vuelta en el circuito, y si el físico responde Kei quiere postularse como un candidato a todo en los próximos torneos.
La siguiente parada en el tren del japonés es el ATP Toronto 2021, un torneo en el que siempre ha cuajado grandes actuaciones. En 2016, por ejemplo, alcanzó en Toronto una de las finales de Masters 1000 que acumula en su palmarés, siendo derrotado por Novak Djokovic. Eso sí, el nipón también recuerda otra fecha: "Ya me había olvidado que jugué una final aquí (risas). Sí, aquí he jugado muy buen tenis. En Montreal pude ganar a Rafa, por ejemplo. Estoy feliz de volver a un lugar en el que siempre juego bien, y más ahora que vuelvo a estar a un gran nivel. Estoy contento con mi juego hoy, no era un partido fácil pero estoy contento por poder conseguir pasar".
Kei hace referencia a su debut en las pistas canadienses ante un siempre combativo Miomir Kecmanovic. El serbio se lo puso difícil, tirando de garra y buen nivel al servicio para arrebatarle un disputadísimo segundo set, pero finalmente Nishikori impuso su superioridad en el tercer parcial (6-4, 6-7(5), 6-2). "Me siento muy bien en pista. Por desgracia perdí en semifinales la semana pasada, pero sentí que jugué muy bien y que estoy a un buen nivel tenístico. Hoy, en el segundo set él jugó fenomenal, dominó el partido y se mostró muy agresivo. No esperaba perder el tie-break, pero pude volver a centrarme y estuve muy sólido a lo largo del tercer set".
Los Juegos Olímpicos, un inesperado bálsamo
A lo largo de este 2021, los resultados estaban tardando mucho en llegar para Nishikori. El japonés vencía a los rivales a los que, por ranking, debía vencer... pero los octavos de final y los cuartos de final se convertían en murallas demasiado grandes que escalar. Sin embargo, hay un evento que le ha revalorizado y dotado de confianza de manera, como él describe, casi inexplicable: los Juegos Olímpicos de Tokio.
"Siento que he empezado a jugar mejor a partir de los Juegos Olímpicos. No sé muy bien por qué, pero quizás estar allí, en un torneo tan grande, me ayudase. Pude jugar en casa: conocía el escenario desde que era chico, y me he sentido muy bien desde mi primer partido entonces frente a Andrey Rublev. Ahí empecé a jugar mucho mejor y me llené de confianza. Fue una gran experiencia, es una pena que no permitiesen la entrada al público, pero aún así me lo pasé muy bien, disfruté. No pude conseguir una medalla pero perdí ante un jugador increíble, a pesar de todo fue una gran experiencia".