El hundimiento del tenis sueco en las tres últimos décadas

Analizamos la desaparición abrupta de tenistas sueco desde 1990 hasta nuestros días y la falta de esperanzas de futuro para el país escandinavo.

Diego Jiménez Rubio | 19 Dec 2020 | 21.30
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Stefan Edberg, hundimiento tenis sueco. Foto: gettyimages
Stefan Edberg, hundimiento tenis sueco. Foto: gettyimages

Tan extraña y loable fue la época dorada del tenis sueco, como peculiar y difícilmente incomprensible su hundimiento absoluto posterior. Suecia respiró tenis durante las tres últimas décadas del siglo XX, con figuras como Björn Borg, Mats Wilander y Stefan Edberg que situaron a un país de apenas 10 millones de habitantes en la cúspide del tenis mundial. Es preciso recordar que son una de las naciones más laureadas en lo que a títulos de Copa Davis se refiere, con 7 entorchados, 6 de ellos desde que en 1981 se instala el formato de competición con Grupo Mundial. El surgimiento de leyendas tenísticas en este país no respondía a casos aislados, sino a una inversión generosa y eficaz por parte de las autoridades, que les permitió construir una clase media muy amplia de jugadores.

Si nos remontamos al final de la década de 1985, ya se puede observar cómo la bandera sueca era una de las más habituales en el top-100 del ranking ATP, con ocho jugadores, tres de ellos entre los 10 mejores del mundo (Wilander, Edberg y Jarryd), y otros muy bien situados como Nystrom (11), Sundstrom (22), Lundgren (25) o Gunnarsson (26). Esta proliferación de tenistas aspirantes a todo tuvo su punto álgido en el 1990. Ese año terminó con 12 jugadores suecos entre los 100 mejores del planeta, cifras que hoy en día no alcanza Francia, el país con más representantes en el top-100 al final del 2020, con 11 jugadores.

Esa generación de tenistas que creció viendo las hazañas de Borg, dio relevo a un Wilander ya retirado y complementó a Stefan Edberg, que terminó el año en el número 1 del mundo. Solo uno de ellos alcanzaba los 29 años (Anders Jarryd) y cinco años más tarde, eran 8 los jugadores presentes en el top-100 con la irrupción de valores notables como Jonas Björkman y Thomas Enqvist. Ya en el siglo XXI seguían saliendo grandes talentos como Magnus Norman, Thomas Johansson o Andreas Vinciguerra, pero en 2005 se aprecian las primeras señales de agotamiento en la mina de talentos tenísticos que estaba siendo Suecia desde hacía mucho.

Joachim Johansson y Robin Soderling fueron los últimos grandes exponentes del tenis en un país que no pudo dar continuidad a decenios de leyenda. ¿Es preciso considerar un oasis esos años o valorar negativamente lo que vino después? Posiblemente hubo un poco ambos, no siendo normal ninguno de ambos escenarios. Suecia posee dos torneos ATP, como son los de Estocolmo y Bastad, ambos repletos de historia. Pero faltan grandes escuelas de entrenamiento, músculo suficiente como para "industrializar" el tenis y permitir que sigan saliendo jugadores.

*Ranking ATP Diciembre 2005

Los hermanos Ymer, inmigrantes desde Eritrea, han sido los únicos capaces de mantener cierta presencia sueca en Grand Slam en los últimos años. ¿Volverá Suecia a ser un gigante del tenis? ¿Su hundimiento puede poner sobreaviso a otros países que han vivido o están viviendo grandes etapas y se pueden enfrentar a un vacío generacional? Lo que parece evidente es que es preciso invertir en formación y difusión del tenis como deporte para evitar lo ocurrido en Suecia en los últimos tiempos.