Apenas restan unas horas para que el mundo del tenis vuelva a disfrutar de una leyenda como Kim Clijsters. A sus casi 37 años (los cumplirá el próximo 8 de junio), la jugadora de Blizen sorprendía a la prensa hace unos meses anunciando su segundo regreso a las pistas. Tras casi ocho temporadas completamente parada, haciéndose cargo de su familia y de su hogar, la ex número uno mundial se ha dejado llevar por una emoción, una sensación de que todavía le faltaba algo por mostrarnos. Eso ‘algo’ empezaremos a verlo esta semana en el WTA de Dubái, aunque muchos todavía no terminen de entender el porqué de este salto al vacío.
“Durante los últimos siete años he sido madre a tiempo completo… y me encanta. Realmente me encanta. Sin embargo, también me encantó mi etapa como tenista profesional. Y la verdad es que extraño ese sentimiento”. Estas fueron las palabras de la propia Clijsters el pasado 12 de septiembre, cuando nos dejó a todos sin aliento anunciando que volvía. “¿Qué pasaría si intentara abordar las dos cosas al mismo tiempo? ¿Podría seguir siendo una madre ejemplar para mi tres niños y a la vez ser la mejor jugadora de tenis que puedo ser?”, se preguntaba la belga en su momento. Es hora de darle respuesta.
Mientras llega ese día, son otros compatriotas de Kim los que hablan de uno de los acontecimientos del año. Personalidades que ya le han visto entrenando esta semana y que pueden darnos una idea de lo que nos vamos a encontrar. “Ella está golpeando la pelota realmente fuerte, creo que su nivel es bueno”, confesó Elise Mertens, la mejor tenista belga del ranking actual. Por su parte, Xavier Malisse también compartió sus sensaciones acerca de su amiga. “La he estado observando estos días y la verdad es que vi sesiones realmente buenas. Eventualmente, ella encontró su ritmo, sus disparos siguen siendo fantásticos. Es cierto que en según que aspectos hay algunas asperezas que trabajar, pero es algo normal después de tantos años sin competir a este nivel. Si no se lesiona, creo que le irá bien en el tour”, apuntó el diestro.
Lo cierto es que la historia de Clijsters ya tiene un guion de película sin necesidad de añadir este último episodio. Ella fue la primera jugadora de la Era Open que llegó al número uno sin haber ganado un Grand Slam, aunque luego resolvería esa deuda en el US Open 2005. Más adelante, después de retirarse en mayo de 2007, los siguientes Grand Slams vendrían ya siendo madre, algo que no se veía en el circuito desde los años 80 con Evoone Goolagong. “He extrañado mucho jugar torneos durante todo este tiempo, así que ahora me apetece enfrentarme a este desafío. He estado entrenando duro durante once o doce semanas, entrenando incluso más duro que nunca”, recitó Kim antes de aquel segundo regreso por el que ninguno hubiera apostado. Esta vez han sido distintos los motivos, pero el mismo objeto.
Garbiñe Muguruza será la rival a batir en su primer asalto, un comienzo nada fácil del que no tendríamos que extraer conclusiones precipitadas. Después de todo el viaje, incluso Kim se merece disfrutar del tenis. “Esta es una oportunidad real de mirar hacia atrás y ver todo lo que he aprendido en mi vida. A veces, como cuando murió mi papá, siente que la vida no puede empeorar más. Entonces te das cuenta de que, poco a poco, todo empieza a su lugar y empiezan a llegar cosas buenas. La vida, como el tenis es pasión. A veces solo tienes que pararte ante la vida y asimilarlo todo”. Pues eso, nunca es tarde para asimilar.