Emil Ruusuvuori, el esperanzador brote verde del tenis finlandés

La globalización continúa. República Dominicana, Sudáfrica, Georgia, Moldavia, Kazajstán, Lituania, Letonia, Bolivia o Grecia son solo algunos de los países cuya tradición tenística no es dilatada y que han conseguido hacerse visibles en la élite del tenis con algún jugador. El deporte rey de raqueta ya no es cosa de las históricas naciones que han sido tan importantes en su evolución y ostentan un bagaje enorme en cuanto a torneos, entrenadores, logística y conocimiento. Las distancias se acortan, las oportunidades surgen donde menos se espera y hay pioneros que aspiran no solo a labrarse una buena carrera, sino a erigirse en motor de una eclosión del tenis en su deporte. El último ejemplo lo encontramos en Emil Ruusuvuori, finlandés de 20 años que ha encontrado la oportunidad de desarrollar su carrera profesional en su propio país gracias a la academia que Jarko Nieminen desarrollaba ya en sus últimos compases de carrera deportiva.

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Emil nació en Helsinki y es un enamorado de su país. A pesar de que la Federación de Tenis de Finlandia no cuente con excesiva tradición ni recursos y que la climatología condicione mucho los entrenamientos Ruusuvuori ha sido una apuesta personal de Jarko que se erige en mentor y complemento a su entrenador principal: Federico Ricci, que estuvo seis años gestionando la academia del que fuera número 13 del mundo en 2006, campeón de dos títulos ATP y cuartofinalista en todos los Grand Slam salvo Roland Garros. Emil es un chico disciplinado, veloz de piernas y acostumbrado a jugar en pistas indoor y muy rápidas, que han hecho que su juego sea vibrante y plagado de tiros definitivos.

Rompió moldes la pasada semana en el ATP Challenger Fergana 2019, donde se alzó campeón ganando en la final a Roberto Cid Subervi. En pleno proceso de adaptación a los torneos Challenger e intentando dejar atrás definitivamente los ITF Futures, este triunfo puede ser un punto de inflexión para él. "No esperaba ganar el torneo, pero es cierto que en las últimas semanas he notado una gran mejoría en mi tenis. Sé el nivel que tengo y, sobre todo, el que puedo llegar a tener. El cambio al circuito profesional me ha hecho entender que debo ser más agresivo y dictar yo el juego", aseveró el primer campeón finlandés desde Niemien. "Me encantaría poder tener una carrera lo suficientemente buena como para incitar a los jóvenes de mi país a que jueguen al tenis", aseveró en palabras recogidas por la web de la ATP.

"Obviamente se sienten nervios y presión en un torneo tan importante como este. Conseguir un resultado como este me ayudará a poder jugar más Challengers e ir escalando en el ranking", comentó un hombre acostumbrado a gestionar la presión mediática que supone ser la referencia tenística de un país con poca tradición pero grandes anhelos. Y es que Ruusuvuori debutó en Copa Davis con apenas 18 años, enfrentándose a Nikoloz Basilasvhili y mostrando una buena versión. Fijo en las convocatorias del país suomi, ha disputado encuentros con jugadores como Malek Jaziri, Ricardas Berankis o Mohammed Safwat. Ha conseguido meterse ya entre los 300 mejores y está por ver si apuesta por seguir en su país natal o hace alguna estancia en prestigiosas academias que complemente y aceleren su progresión. Emil Ruusuvuori quiere hacer un lugar a Finlandia en la élite del tenis.