Remontada que vale un billete a cuartos de final

Paso a paso, sin pausa pero sin prisa. Garbiñe Muguruza es una jugadora especial. No se la puede medir con el mismo rasero que a cualquier otra y hay que saber entenderla. Sus tempranas derrotas en lo que va de temporada, no hacen más que confirmar el carácter inseguro e introvertido de una jugadora a la que le cuesta canalizar en algunas ocasiones la presión, pero que en cuanto encadene buenas actuaciones, volverá a ser esa jugadora que vislumbró al mundo tenístico con sus títulos en Roland Garros o Wimbledon, entre otras cosas.

Hay que aprender a asumir que Garbiñe perderá partidos ante jugadoras de peor ránking y menor talento que ella. Lo ha hecho, lo hace y seguramente lo hará, al igual que le ocurren al resto de tenistas. Es parte de su personalidad, como también lo es el poder ganar a cualquiera, y ser imparable cuando está inspirada. Puede alternar títulos con derrotas en primera ronda, sin que ello suponga alarma alguna, prueba de ello es que aún continúa su relación profesional con Sam Sumyk. Hoy, volvió a sufrir para poder acceder a los cuartos de final del WTA Premier Mandatory de Indian Wells, al vencer a la holandesa Kiki Bertens por 5-7, 6-1 y 6-4.

No se presentaba nada sencillo el partido con la séptima cabeza de serie del torneo californiano. La holandesa es una contraatacadora nata, capaz de meter bolas en situaciones imposibles, y que juega profundo y potente pero con margen. Un estilo similar al de otras jugadoras contra las que Muguruza ha perdido en estos últimos meses. Es por ello por lo que la exhibición de tenis y solidez mental que ha dado Garbiñe, tiene un doble mérito sin duda alguna.

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El contraste entre el nivel de la holandesa en el primer y segundo parcial fue más que notable. Salió a pista algo dubitativa y respetando quizás en exceso a la española. El miedo escénico pareció atenazar su variado tenis. Hubo un intercambio de breaks a lo largo del set, antes de que Bertens tomara la directa y su tenis fluyera libre y sin ataduras, rompiendo el servicio por tercera vez a Muguruza en el set y poniendo el 7-5 en el marcador.

La reacción de la española fue brillante, contundente y sin paliativos. Encadenó muchos juegos de manera consecutiva, devolviendo a Bertens a la cruda realidad, y disfrutando de nuevo de su tenis. Bajó algo el ritmo en la tercera manga pero lo hizo a sabiendas de que era necesario trabajar más los puntos y ser más inteligente. El resultado fue positivo y Garbiñe superó otra dura prueba de fuego en Indian Wells. Su rival por un puesto en semifinales será la canadiense Bianca Andreescu, que hoy consiguió derrotar a la china Qiang Wang.