Muguruza, en modo guerrera

Garbiñe Muguruza ya es jugadora de los octavos de final del Open de Australia 2019 tras batir a la suiza Timea Bacsinszky por 7-6(5) y 6-2 en 1 hora y 54 minutos de juego. La española accede así a sus cuartos octavos en Melbourne tras una dura pelea, especialmente en el primer set donde el encuentro fue toda una montaña rusa, con continuas alternancias en el marcador. Muguruza se medirá en la cuarta ronda a la vencedora del duelo entre Giorgi y Pliskova.

La batalla por el primer set iba a ser a cara de perro. Durísima, toda una montaña rusa. La suiza comenzaba con 'break' arriba, aunque rápidamente Muguruza igualaba las cosas. Era la española la que parecía con más firmeza en lo sucesivo, pero no se escapaba en el m marcador, cosa que sí que haría Timea aupándose al 4-2. Gestos de contrariedad en la española que estaba con ganas y chispa, pero no acababa de conectar bien con su raqueta ante una Bacsinszky sólida, especialmente con su golpe estrella, el revés.

Muguruza sin embargo no se rendía, no entregaba el set y prueba de ello es que recuperaría el terreno perdido, restableciendo la igualdad. El set se prolongaba, la batalla se ponía más agreste y el desempate parecía ser la solución más lógica. Garbiñe tendría antes punto de set al resto pero la brava jugadora suiza lo convertía en estéril. En la muerte súbita, Muguruza tomaba el timón de la misma pronto, yéndose al 4-1, y después al 5-2. Con más agresividad que su rival, acertando en sus subidas a la red y presionando desde el resto, la de Caracas terminaba, no sin algo de incertidumbre, con un primer set durísimo y muy tenso. Ni más ni menos que 68 minutos para acercarse a la cuarta ronda del Open de Australia.

Garbiñe se fue directa a por el segundo set, a arrollar a la helvética. Ruptura para empezar y poner más agobio en la raqueta de Bacsinszky. La regularidad no estaba siendo la aliada de Muguruza y le iba a costar lo suyo distanciarse en el marcador. Ni mucho menos iba a ser como en la primera manga, pero necesitó bastante sufrimiento y muchos puntos para hacerse fuerte e imponer su superioridad tenística sobre el azul de la Melbourne Arena. Poco a poco, con una tremenda resiliencia, la caraqueña tumbaba a la suiza que se iba inerme ante el arsenal de Muguruza. Mucha diferencia en cuanto a los golpes ganadores de una y de otra, Garbiñe solo requería menos errores y el partido era suyo. Finalmente, la española clausuraba el duelo por 6-2, acabando con la resistencia de Bacsinszky que salvo con el revés, no ofreció demasiado peligro. Innegociable la capacidad de pelea de Muguruza que va creciendo en el torneo y a medida que avanza va ganando en confianza y en mordiente.

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