Francia llega viva al domingo

Herbert y Mahut se llevan el tercer punto de la serie y mantienen a Francia con vida. Ningún país logró nunca remontar un 0-2 en una final de Copa Davis.

Mahut y Herbert logran el primer punto para Francia. Fuente: Getty
Mahut y Herbert logran el primer punto para Francia. Fuente: Getty

El final de la Copa Davis tendrá que esperar hasta el último día de competición para saber a qué país hay que mandar la Ensaladera. Pierre-Hugues Herbert y Nicolas Mahut pusieron calma en el Stade Pierre Mauroy tras superar en cuatro sets muy cerrados a Mate Pavic e Ivan Dodig (6-4, 6-4, 3-6, 7-6) colocando así el 1-2 en el marcador general. Francia respira, Croacia se asusta y el mundo del tenis disfruta de que la temporada de tenis de 2018 se alargue una jornada más. Eso sí, los croatas seguro que

Seis sets disputados en Lille y los seis en la maleta de Croacia. Desde 1950 que no se veía un inicio tan catastrófico para un conjunto local en Copa Davis, estadística que tenía a Francia con la soga al cuello y, al mismo tiempo, invitaba a soñar a que ya no se podía ir a peor. Por suerte para Yannick Noah y los intereses de su patria, en un banco desolado por la falta de liderazgo individual, dos hombres levantaron la mano cuando llegó el turno del dobles. Herbert y Mahut, una de las parejas más consolidadas del circuito, aceptaban con gusto el reto de pelear por mantenerse en el cartel. Ellos, que venía de caer con una doble falta en el desenlace de las ATP Finals, volvían al escenario con una papeleta todavía más difícil.

Las lágrimas del capitán al ritmo de La Marsellesa emocionaron al público presentes y, posiblemente, concienciaron a la pareja gala que lo que había en juego era más que un punto. La remontada ya no podía demorarse más, debía empezar hoy con su triunfo en el siempre determinante dobles. Siempre se dice que el tenis es un deporte individual donde el jugador paga la presión de verse solo ante el peligro, sin embargo, hoy a Pavic y Dodig no pareció servirles de mucho el tener un partner en el que apoyarse. Lo vimos en el primer parcial y de nuevo repitieron en el segundo: justo en el momento clave, el respeto y las dudas terminaron con ellos. Dos quiebres pautadas que entregaban a Francia la oportunidad de cerrar los dos primeros parciales con el saque. No fallaron en ninguno de los dos.

Por fin el guion se ajustaba un poco a lo que exigía la grada francesa, mientras las caras en los banquillos iban evolucionando con el paso de los puntos. Noah, incansable, no paraba de animar a los suyos. Cilic, brillante el viernes, empezó a poner un rostro de preocupación, un rostro que ya estaba pensando en mañana, día donde seguramente tendría que volver a saltar a pista para cerrar la eliminatoria. Pero no nos vamos del partido, todavía faltaba tela por cortar y un par de errores (los mismos que cometieron los croatas en los dos primeros sets) podía desviar todo el recorrido.

De los cuatro, un hombre lo estaba pasando especialmente mal: Ivan Dodig. El croata había visto su orgullo herido con un par de breaks determinantes, por lo que corría ya con la carga moral encima. En el tercer set, la maldición iba a caer sobre Pavic, quien iba a ceder su servicio en el primer juego del mismo. La montaña se hizo dos palmos más alta, Tsonga y Pouille dibujaban cierta sonrisa en el box, Ljubicic torció el gesto en la grada y Mahut bailaba en la pista al ritmo que marcaba desde el fondo Herbert. El objetivo estaba muy encarrilado, solo faltaba empujar el balón a la red… pero la bola se marchó fuera. Del 3-1 arriba de los galos, a perder el set por 3-6. ¿Cómo se explica? Desconexión, exceso de confianza, fallo humano. Croacia mandaba la batalla al cuarto asalto y se metía de lleno en el partido.

El subidón visitante había sido inesperado y celebrado, pero aquello no aseguraba nada más que un set extra. Volvió la igualdad, los sudores y los nervios en momentos importantes. Un tiebreak sería el último capítulo del largometraje, allí donde el combinado local levantó el puño para poner fin a tanto sufrimiento. Francia salvó el primer compromiso límite gracias a un dobles eléctrico y ahora se aferra a la idea de que el individual les de mañana todo lo que les privó ayer. ¿Veremos remontada heroica sobre la bocina?

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