
Hay historias que merecen ser no ya solo contadas, sino destacadas y puestas en valor. Muchos recordarán los gritos de dolor y desgarro que soltaba en Wimbledon 2017 la estadounidense Betthanie Mattek-Sands, cuando su rodilla derecha sufrió una gravísima lesión. Superada la treintena y con una dilatada carrera, se temía que esta carismática jugadora no volviera a rendir a su máximo nivel e incluso se temió por la posibilidad de que no volviera a poder competir. Pero esta mujer es una de las jugadoras más aguerridas del circuito WTA y ha demostrado un tremendo carácter competitivo para recuperarse plenamente.
Reapareció ocho meses después en el WTA Premier Miami Open 2018 con la misma ilusión que una junior. Si bien es cierto que ha tenido dificultades para rendir a buen nivel en individuales (apenas ha ganado dos partidos en toda la temporada), Mattek-Sands ha querido seguir agrandando su leyenda en la modalidad de dobles. Ganadora de un oro olímpico en Río de Janeiro 2016, de la Copa Hopman 2011, número 1 del mundo en dobles a inicios de 2017 y campeona de cinco torneos de Grand Slam en dobles femenino y tres en dobles mixtos. El último de ellos en el US Open 2018, formando dupla con Jamie Murray.
"Tiene una personalidad increíble. Está repleta de energía y es un placer jugar con alguien como ella, con tantas ganas de seguir ganando", decía en la web del US Open el hermano de Andy de su compañera. "Si alguien me hubiera dicho el año pasado que iba a ganar este torneo, habría pensado que estaba loco. La rehabilitación ha sido dura y cada día, al despertar, me miraba al espejo y me decía que tenía que hacer todo lo posible por volver a triunfar", reflexionaba la estadounidense en declaraciones recogidas por NY Times.
Con ocho eventos de Grand Slam en su palmarés y un oro olímpico, aún existe un reto mayúsculo que, a buen seguro, perserguirá con gran ilusión la jugadora norteamericana. Y es que el único major donde no ha sido capaz de levantar un título, ha sido Wimbledon. Semifinalista en dobles femeninos en 2010 y también semifinalista en dobles mixtos en 2015, si logra cosechar títulos en sendas disciplinas, conseguiría algo al alcance de muy pocas mujeres en la historia del tenis, entre ellas Martina Navratilova: hacer el Grand Slam en dos modalidades de juego; dobles y dobles mixtos. Betthanie Mattek-Sands tiene el talento y carácter necesarios para lograrlo y entrar en los anales de la historia de este deporte.