El cambio en el juego de Zverev que le hizo ganar en Madrid

Estos son los cambios introducidos por Zverev en su juego que le ha hecho mejorar sobre tierra batida y ganar en Madrid su tercer M1000.

Jose Morón | 15 May 2018 | 09.59
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Acababa de ganar su tercer Masters 1000 y Alexander Zverev aparece en la sala de prensa con una tranquilidad pasmosa. Casi como si llegara de jugar una partida a la consola con sus amigos, el alemán se sienta para hablar con los periodistas y su cara apenas refleja una emoción. Responde tranquilo a las preguntas y es ahí donde uno percibe el hielo que recorre las venas de ese chico, que parece hecho de otra pasta. De los jugadores en activo, se había convertido en el primer tenista aparte del Big Four en ganar tres trofeos de esta categoría y cuando se lo recuerdan, apenas hace una mueca. Para llegar hasta ahí, Sascha había hecho un par de cambios en su tenis con los que había podido ganar Munich y Madrid de forma consecutiva.

La altitud, recordamos, es un factor importante a la hora de jugar a tenis ya que hace que la pelota viaje de forma mucho más rápida por el aire, algo que favorece el juego de Zverev. Munich es un torneo que se juega a más de 200 metros de altura y Madrid a unos 650 por lo que su nueva táctica se aclimataba a la perfección. Tras romper con Juan Carlos Ferrero, el alemán reconocía que por ahora no necesitaba a un nuevo entrenador ya que tenía "al mejor", que no era otro que su padre. Quizá tenga razón ya que tras superar un pequeño bache al inicio de este año, actualmente se encuentra a un nivel altísimo y según Thiem, "aparte de Roger y Rafa, el mejor que hay".

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Sascha se plantó en la final de Madrid enfrentándose a un especialista sobre tierra batida y logró imponer su táctica sobre la de su rival. Zverev acortó notablemente los intercambios de puntos y terminó el partido sin encarar ni una sola pelota de break y eso ante un restador tan bueno como Thiem es todo un logro. La clave del partido, tal y como recoge el analista Craig O'Shannessy para la ATP, estuvo en los dos juegos iniciales de cada set, donde Alexander logró el break que a la postre le daría la manga. Ahí, Sascha jugó al más puro estilo de pista rápida, haciendo que absolutamente ninguno de los 11 puntos que se jugaron en los dos juegos llegasen a superar los 10 intercambios. El juego inicial del primer set tuvo una media de 2.4 golpes y el de la segunda manga 5.5.

Zverev sabía que si los puntos se alargaban ahí sería Dominic quien tendría ventaja por lo que aprovechando las características de las pistas de Madrid, puso en juego un estilo muy ofensivo de juego que le salió a la perfección. Pero no todo se basó en el juego desde el fondo sino también en el saque. Sascha acabó el torneo de Madrid sin ceder ni una sola vez su servicio, encarando sólo una bola de break (ante Leo Mayer en 1/8s). O'Shannessy cuenta en su análisis que el alemán ha cambiado su lanzamiento de pelota en el primer servicio. Mientras que en Madrid 2017 el punto de contacto era de 65 centímetros en el lado del Deuce y de 60 centímetros en el lado de la ventaja, la semana pasada fue de 37 centímetros en el lado del Deuce y de 44 centímetros en el lado de la ventaja.


También hay que mencionar su cambio físico. "He ganado casi 15 kilos desde mi llegada al circuito", confesaba en rueda de prensa tras la final. "En pretemporada y cuando no compito, paso tres horas en el gimnasio cada día para seguir modelando mi cuerpo para la competición", reconocía. Esa masa muscular que está generando le hace poder rendir mejor en partidos largos y también, ayudar a prevenir lesiones ya que el trabajo de fuerza y potencia es necesario para evitar problemas físicos.

Estos cambios en su juego, como decimos, le han venido genial para triunfar en torneos con un poco de altura. Queda por ver qué lleva a cabo en un torneo como Roland Garros, situado prácticamente al mismo nivel del mar y donde la pelota corre muchísimo más lenta que Munich y sobre todo, que Madrid. En sus dos participaciones en el cuadro final de París, Sascha tiene una tercera y una primera ronda y es que es en los Grand Slams donde tiene su punto negro ya que Zverev posee un récord de victorias del 73.07% en Masters 1000 pero sólo del 56% en majors, donde nunca ha podido ganar a un Top 50. Por su calidad y margen de mejora, es cuestión de tiempo para que Sascha empiece a llegar a rondas finales de los Grand Slams.