Algo le ha picado a Jo-Wilfried Tsonga que está terminando el año de una manera tan magnífica como lo empezó. Su última víctima, Philipp Kohlschreiber (7-6, 7-5), vio cómo el francés avanzaba en Viena a su segunda final consecutiva tras su conquista en Amberes para así asegurar una última función entre franceses. El de Le Mans chocará con su compatriota Lucas Pouille con la idea en la cabeza de llegar a Bercy con muchas opciones de meter la cabeza en el definitivo Masters de Londres.
Tsonga sigue soñando con Londres