Parecía que estaba muerto, destruido. Que su derrota en Miami representaba la última gota de un vaso que ya no retenía más paciencia. Empujado casi fuera del top150 y despidiéndose de los Juegos Olímpicos salvo milagro. Y sin embargo, Juan Mónaco está más vivo que nunca. El argentino sacó su orgullo esta semana en Houston y se ha proclamado campeón tras inclinar a Jack Sock, defensor del título, en una final en la que el estadounidense terminó lesionado (3-6, 6-3, 7-5). El noveno trofeo de la carrera del tandilense le situará mañana de nuevo entre los 90 mejores del ranking después de una actuación de Oscar.
Juan Mónaco, "El Renacido"