Tras perder en la fase previa de Roland Garros 2023, Camila Osorio se sentía frustrada al no ser una de las lucky losers, algo que cambió de un momento a otro a tan solo un día de su partido en el cuadro principal: "Ayer fui con mi entrenador a jugar al ping pong para no pensar en ello, pero vinieron a la oficina para decirme que había entrado, momento en el que empecé a llorar de tanta felicidad. Ha sido una montaña rusa. Estoy agradecida, es como un milagro".