Pasar de formar parte del top-30 a llegar a la final de dos Grand Slams y verte en la cúspide del tenis femenino no es sencillo. Requiere de un impresionante trabajo mental para contextualizar tus nuevos éxitos y a la misma vez seguir empujándote para llegar a más. Es precisamente eso, la mentalidad, lo que ha ayudado a Jasmine Paolini a convertirse en uno de los grandes nombres propios del circuito WTA, llegando por vez primera a las WTA Finals 2024 y erigiéndose en una de las jugadoras más mejoradas de la temporada.
Los motivos para señalarla de esta manera son muchos. No solo es que haya logrado un salto de casi 60 posiciones en menos de dos años, ni que afrontara 2024 con solo un título menor en su palmarés: el salto de nivel competitivo, a todos los niveles, es escandaloso. Paolini ha pasado de no alcanzar jamás la tercera ronda en un Grand Slam a llegar a dos finales de forma consecutiva, posiblemente en las dos plazas más icónicas del mundo del tenis, Roland Garros y Wimbledon. ¿De qué forma podemos explicar esto? Un cambio de mentalidad, liberándose al confiar en su tenis, está detrás de esta impresionante progresión.
"Ahora mi mentalidad es un poco diferente. Antes tenía un poco de miedo de pasar la primera ronda de un torneo, pero ahora llego a los torneos pensando que voy a ganar esa primera ronda sin problemas y que, además, voy a luchar por hacer mucho más, por llegar más lejos. Son pensamientos muy distintos. Antes tenía miedo de encadenar derrotas en primeras rondas: ahora, si eso ocurre, ocurre, no pasa nada, porque sé que también pueden pasar cosas increíbles", señala a The National con una sonrisa Paolini, que ahora es favorita en cada primera ronda y hace de la regularidad y consistencia su bandera.
SU DUPLA CON ERRANI Y UNA SONRISA CONTAGIOSA
El éxito de Jasmine Paolini no solo llega en individuales. La disciplina de dobles ha ayudado mucho a su progresión, formando un espectacular binomio con Sara Errani capaz de conquistar, entre otros éxitos, la medalla de oro olímpica. Compartir pista con su compatriota y aprender de sus rutinas ha jugado un papel importante en la evolución de Paolini, especialmente dadas las similitudes físicas entre ambas (Jasmine, recordemos, apenas mide 1,63 metros).
"Empecé a jugar mejor a finales del año pasado y el dobles me ayudó muchísimo. Hablar con Sara cada día me sirve mucho. Ha tenido una carrera increíble y es muy inteligente en pista. Me ayuda a comprender este deporte y las situaciones que ocurren en pista mucho mejor. Lo que más trato de aprender de ella es la parte táctica del tenis. Creo que Sara ama a este deporte más que nadie en el circuito, siente devoción por el tenis. Ganar la medalla de oro junto a ella fue impresionante. Quizás fue incluso más grande que las finales de Grand Slam, porque mucha gente en Italia se volvió loca con esta medalla y no necesariamente son aficionados al tenis", subraya Paolini, que se ha convertido, casi sin querer, en una verdadera embajadora del deporte en su país.
El crecimiento del tenis en Italia, como es lógico, merece unas palabras por parte de la de Castelnuovo di Garfagnana. "Es genial poder servir de inspiración a la nueva generación. Además, es fantástico que haya un ejemplo femenino, en hombres están Sinner, Musetti y muchos más. Solo espero poder dar un ejemplo positivo", señala entre risas Paolini. Esa actitud, casi contagiosa, es una de las cualidades que el público más admira, una característica de la que no puede escapar y de la que se siente verdaderamente orgullosa.
"Espero que la gente disfrute de mi tenis, que piensen que soy una buena persona, un buen ejemplo. Supongo que quieren que sonría y yo trato de hacerlo, así soy yo, sonrío muchísimo y me alegro de que esa sonrisa conecte con la gente. Creo que viene de mi madre, que es muy risueña. Mis padres me han hecho saber que soy una afortunada y que no puedo quejarme de nada. Siempre intento ver el vaso medio lleno y no medio vacío". Un ejemplo de superación que busca poner el broche de oro a la temporada en las WTA Finals 2024, donde ya consiguió debutar con victoria.