
A pesar de que hoy celebra haber conseguido un gran trofeo, Alexei Popyrin no siempre ha vivido grandes momentos en el circuito. Con el trofeo del ATP Montreal 2024 en sus manos tras ganar a Andrey Rublev en la final, el joven australiano explica la cruda realidad al pasar de ganar muchísimo en juniors a verse estancado en el circuito profesional. Alexei explica los miedos que vive un tenista más allá del Top 25, los altibajos y el sacrificio por los que ha tenido que pasar para conquistar ahora el título más importante de su carrera hasta el momento.
Su primera final de Masters 1000
"Es increíble. El trabajo duro de todos estos últimos años está dando sus frutos esta semana. He jugado a un nivel de tenis realmente alto, un nivel en el que siempre he confiado que podía jugar, pero desarrollarlo en seis partidos seguidos contra grandes rivales es algo diferente. Estoy muy orgulloso de mí mismo y de mi equipo. Me he sentido muy tranquilo, sinceramente. Trabajo para jugar partidos como este, disfruto de las finales y semifinales de los grandes torneos. Es donde siento que puedo jugar mi mejor tenis. Quise darle un aviso en el primer juego, algo que creo que hice".
¿Es el mejor partido de su carrera?
"Diría que es uno de los mejores partidos que he jugado en mi vida. No estoy tan orgulloso de cómo he jugado en la final, sino de cómo he jugado a lo largo de la semana completa".
La dura realidad del circuito
"Cuando estaba en juniors gané Roland Garros, era número dos del mundo, piensas que estás obligado a triunfar, a llegar a la cima rápidamente. Vi cómo lo hacían los canadienses: Shapovalov, Felix... Vi a muchos jugadores con los que crecí dar ese gran paso rápidamente. Por mi parte, eso no fue así. Fui un poco más tarde, incluso terminé después mi carrera de juniors. Cuando ganas un Grand Slam en juniors, piensas que el próximo paso será sencillo, pero no es así. Romper la barrera del Top 500 es muy difícil. Llegar al Top 250 es muy difícil. Estar en el Top 100 es otro nivel. Mantenerse en el Top 100 es incluso más complicado. Romper la barrera del Top 50, incluso más.
Hay muchos pasos en los que no te fijas cuando estás en juniors. Una vez lo hice en 2021, gané mi primer título y entré en el Top 60. Tenía 21 años, no creía que fuera a caer en la clasificación, sino que seguiría mejorando. El año siguiente perdí todos mis puntos. Gané tres partidos en el circuito, me quedé fuera del Top 120. Tuve que recibir una invitación para jugar en el Open de Australia. Desde ahí empecé a construir poco a poco. El año pasado fue muy importante para mí. Gané en Umag, me llevé buenos partidos en Masters 1000, por lo que me afiancé dentro del Top 50.
Esta temporada ha estado llena de altibajos hasta esta semana. Empecé el 38, esta semana era 62. No he defendido todos mis puntos. Había muchas posibilidades de que volviera a caer porque defiendo mucho en Cincinnati, hice cuartos de final. Esos pensamientos están en tu cabeza todo el rato, tienes que encontrar la forma de bloquearlos y eso es lo que he hecho esta semana".