
Pasa el tiempo y son muchos los que van perdiendo la esperanza –o al menos la paciencia– en que Bianca Andreescu vuelva a ocupar la posición en el circuito que muchos de nosotros le exigimos desde 2019. Allí cuando levantó el US Open para luego situarse en el top5 mundial, dos espejismos a día de hoy. En el WTA 1000 de Toronto celebrado esta semana, donde la canadiense tenía el privilegio de jugar en casa, el destino le tenía guardada una derrota durísima en primera ronda ante Lesia Tsurenko, que de perder el primer set por 6-0 pasó a perder únicamente siete juegos en los dos siguientes parciales. Obviamente, la rueda de prensa posteriores de Bianca fue bastante dura.
Valoración del partido
“Creo que jugué mi mejor tenis durante el primer set, el mejor en mucho tiempo, pero a veces el tenis te da una patada en el trasero. Obviamente, ella encontró su equilibrio, me había ganado en las últimas ocasiones y eso se me pasó por la cabeza, pero creo que hoy sí tenía un plan de juego decente. Creo que el primer set lo mostró, pero luego se evaporó, ella volvió a sacar su mejor tenis, algo que podía esperar. Todo lo que puedo decir es que siento mucho no haber conseguido la victoria por ustedes, aprecio muchísimo todo el apoyo que me dais”.
Dolida por la derrota
"Ahora mismo solo puedo pensar en lo mal que me siento, aunque fue una buena noticia volver a disputar este torneo, fue genial. Me sentía muy bien al entrar en el torneo, sintiendo mi tenis de nuevo. Mentalmente, tener cerca a mis amigos y mi familia es hermoso, además de todos los seguidores. Estoy bendecida. No quiero desanimarme, pero es tan difícil cuando estás haciendo el mejor tenis que hice en mi vida, para que luego el partido se de la vuelta… es una mierda. No quiero estar deprimida demasiado tiempo, me lo permitiré hoy y ya está. Mañana toca reagruparse”.
El punto de inflexión tras el primer set
“Lo que cambió fue su estilo de juego, eso seguro. Sentí que se convirtió en una pared, no podía romperla. Eso me hace pensar en cómo lo estoy haciendo, algo no estoy haciendo bien, quizá debería estar haciendo más. Fue más una batalla conmigo misma sobre qué hacer. Obviamente, ya nos habíamos enfrentado antes, así es como juega, pero algunos tiros no me funcionaron hoy. Cuando una está golpeando muy plano y profundo al centro, luego es difícil cambiar el ritmo. El porcentaje de mi primer servicio también bajó mucho, así que eso tampoco ayudó”.
Los peligros de un 6-0
“Si puedo jugar como en el primer set, sé que puedo vencer a cualquiera, solo tengo que ser coherente con eso. Es gracioso porque esto suele suceder, pero no sé muy bien por qué, a veces esos pensamientos surgen de manera inconsciente después de jugar muy bien el primer set. Lo estás haciendo todo fenomenal y, de repente, lo maldigo todo. No sé, es algo que ni siquiera lo quiero pensar, pero es difícil para mí. Es una batalla interior, desde luego”.
Cuestión de cabeza
“Entreno mucho mentalmente para estos momentos, creo que una puede visualizar tanto como quiera, meditar todo lo que quieras, pero no te prepara para la realidad, porque allí cualquier cosa puede suceder. Todo lo que puedes hacer es prepararte lo mejor posible, pero una vez estás en esa situación las cosas cambian. Desde el inicio de torneo estuve pensando cuál debía ser la mentalidad a aplicar, porque este es uno de los eventos del año más importantes para mí. ¿Debía ponerme esa presión si quería ganar, o simplemente vamos a divertirnos? Durante el partido también estuve luchando con eso, pero al final del día lo importante es quedarse en el presente. Luego, una vez surgen esos pensamientos, es muy difícil pararlos. Lo que sí creo es que mi actitud fue bastante decente, solté solo algunos gritos… igual fueron demasiados”.
Acerca de su nuevo entrenador
“Me va muy bien, no tengo nada malo que decir sobre J.T. porque de verdad es alguien genial. Siento que tenemos grandes conversaciones juntos, no es solo un diálogo unidireccional, eso es lo que me gusta. Si algo se me viene a la cabeza pues lo diré, y lo mismo con él, simplemente descubrimos qué funciona mejor para nosotros de esa manera. Siento que mi juego está ahí, me ha ayudado a mantenerme fiel a lo que soy, que es querer cambiar mucho el ritmo y todo eso”.