![Reilly Opelka confiesa que superó un tumor en la cadera. Fuente: Getty](/sites/default/files/styles/epsa_detail_thumbail/public/2024-07/Reilly-Opelka-Confiesa-Tumor-Cadera.png?h=44400010&itok=5Q1m9L9R)
¿Qué fue de Reilly Opelka? Esta pregunta nos la hicimos muchas veces hasta la semana presente, donde el estadounidense volvió por fin al circuito para demostrar en el ATP 250 de Newport que todavía sabe cómo jugar a esto. Lo que nos faltaba por conocer era el viaje recorrido hasta llegar aquí, el infierno que sufrió el americano para dejar atrás varias experiencias que a punto estuvieron de terminar con su carrera. En una entrevista exclusiva con The Palm Beach Post, el ex Nº17 mundial reveló cuáles fueron las dificultades que tuvo que superar para mantener su sueño de niño.
Para los que no hayan seguido de cerca esta historia, este sería un resumen certero. Opelka jugó su último torneo en Washington, agosto de 2022, donde su problema de cadera ya era insoportable. Allí se había desarrollado un tumor benigno que se había deslizado hasta la articulación, lo que le llevó al quirófano al inicio del US Open. Una vez solucionado este problema, un nuevo problema se presentó en su puerta seis meses después: el tendón de la muñeca derecha. Así como la primera cirugía salió genial, esta no pudo salir peor. Intentó regresar en octubre de 2023, en un Challenger, pero apenas aguantó un partido. Casi dos años después, recuperado por completo y tras haber vencido al fantasma de la retirada, Reilly tiene la oportunidad de gastar su ranking protegido en 12 torneos. El primero ha sido Newport, donde ya pisa los cuartos de final.
A sus 26 años y actualmente fuera de los 1000 primeros de la clasificación, Opelka ha perdido dos años de carrera pero mantiene todavía las ilusiones del primer día. Normal, teniendo en cuenta que el hombre más alto registrado nunca antes en el ranking ATP cuenta con un servicio demoledor capaz de tumbar a cualquier jugador del mundo, sobre todo en canchas rápidas. Tras vencer este miércoles a Mannarino, que ejercía de principal cabeza de serie en Newport, el de Michigan confiesa los peores pasajes de sus últimos tiempos, necesarios para entender lo que arrastran sus zapatos.
La retirada, una opción que estuvo ahí
“El hecho de estar ahí fuera, simplemente, esa es la mejor parte. Hubo un momento en el que no estaba seguro de si eso volvería a suceder. Claro que pensé que en retirarme, estaba listo para dejarlo, siempre he sido muy consciente de todo lo que me pasó. Creo que soy bueno para sacar lo mejor de mí en ciertas situaciones pero, en este caso, estaba totalmente preparado para terminar”.
Su lesión de cadera
“El tumor se movió y se atascó en mi articulación, literalmente no podía mover la pierna. Estuvimos retrasando la cirugía durante tiempo que se terminaron rompiendo un par de piezas, así que literalmente no podía caminar cuando me levantaba. Entonces me inyectaban un líquido y podía volver a caminar de nuevo, pero las piezas se habían roto y había fragmentos en mi articulación de la cadera. Podría haberme causado daños más adelante, por suerte vi a un cirujano increíble, no puedo creer lo bueno que era”.
Su lesión de muñeca
“En este caso vi a un mal cirujano, metió la pata de entrada y se infectó la zona, tenía un dolor insoportable. No podía dormir por la noche, tenía dolor en el brazo y en la mano, necesitaba una segunda cirugía y eso me generó problemas después con el yeso en mi brazo, aquello me provocaba problemas nerviosos”.
Objetivo a corto plazo
“Hay mucha vida más allá del tenis, así que me agarré en todo momento a este enfoque. Nadie quiere estar herido durante tanto tiempo, pero estaba mejor equipado para manejarlo que la mayoría. Todos sabemos de lo que soy capaz cuando me siento saludable, así que mi objetivo es mantenerme sano. Estoy tratando de afrontar una programación completa, aumentar mi resistencia, tanto la de mi brazo como en intensidad a lo largo de un partido. Quiero completar una temporada entera, como hace un par de años. Ese es el objetivo principal en estos momentos”.