
Ni recoge el legado de nadie ni es heredero de ningún otro tenista. Desde hace ya más de un par de años, Carlos Alcaraz dejó de ser futuro para escribir su propia historia en tiempo presente. Su revalidación de la corona en Wimbledon 2024, lo que equivale a su cuarto Grand Slam, confirma que el español ha llegado para quedarse y la actitud con la que ha salido desde el primer punto a la Centre Court refleja que esa tensión por la que llegó a sufrir en ciertas ocasiones es ya parte del pasado.
Parece que fue ayer cuando Alcaraz conquistaba su primer gran título en el US Open para ser el número uno más joven de la historia. Ahora, casi dos años más tarde, el español almacena en su colección cuatro trofeos de Grand Slam, dos de ellos en Wimbledon, y precisamente los dos derrotando a Novak Djokovic en la final. Cuatro finales y cuatro victorias, siguiendo con esa frase que se repite en cada ocasión: "Las finales están para ganarlas".
Lo complicado lo hace sencillo. Hacía falta mirar dos veces el marcador y frotarse los ojos para ver cómo Alcaraz quiso disfrutar del mejor nivel de su tenis en la Centre Court, con Ferrero aplaudiendo sus acciones y un Novak enfrente que se quedaba casi sin opciones ante todo el abanico de golpes que ha sacado a relucir en la final. Aunque también es humano y los nervios podían con él en el 5-4, 40-0 del tercer set, Carlitos ha sido capaz de reponerse para celebrar con todas sus ganas, siempre sin perder la sonrisa.
Otro sueño hecho realidad
A pesar de que la aventura sobre esta superficie no empezara del todo bien esta temporada, Alcaraz seguía confiando en sus capacidades para transformar otro sueño en realidad. Tal y como ha demostrado en este periodo, Carlitos no tiene techo. Está preparado para pelear contra los mejores rivales en los estadios más grandes del mundo. Algo parecido ocurría hace un año, momento en el que pasó de no tener experiencia sobre la hierba a derrotar a Djokovic en la final. Hoy demuestra que eso no fue casualidad.
Su carácter en pista, su actitud fuera de ella y el espectáculo que brinda al deporte hace que muchos aficionados conecten con él, quizá para algunos la reconciliación con el tenis tras la retirada o ausencia de grandes figuran que ya no están tan presentes en el circuito actual. Muchos siguen hablando de él como futuro, pero la realidad es que Carlos Alcaraz es más presente que nunca.