Barbora Krejcikova afronta su penúltimo torneo de la temporada con casi 80 partidos a la espalda. Vale, puede que 2023 no haya sido su mejor temporada, pero los números indican que su regularidad le ha llevado a ser referente tanto en individuales como en dobles.
Es el gran secreto de Barbora Krejcikova, su mayor virtud como tenista: ¿cómo consigue la checa cada temporada formar parte de las mejores jugadores de singles y de dobles? Quizá ni ella misma tenga la respuesta, lo que es evidente es que tiene la receta para lograrlo siempre una vez más. En plena disputa del WTA Elite Trophy de Zhuhai, su penúltimo evento de la temporada antes de viajar a Cancún para disputar las WTA Finals junto a Katerina Siniakova, la jugadora de Brno hace balance de sus impresiones en estos últimos diez meses de competición.
“Sinceramente, es muy difícil compaginar ambos circuitos, encontrar el equilibrio perfecto”, resuelve la mujer que ahora mismo es Nº10 del mundo del ranking individual y Nº11 mundial en el de dobles. “Se necesitan de muchas emociones positivas y, sobre todo, mucha actitud positiva. En general, las jugadoras siempre estamos para arriba y para abajo, tenemos problemas la mayoría de las semanas, así que de alguna manera soy capaz de equilibrarlo, pero no sé decirte cómo”, asegura la campeona de múltiples Grand Slams.
Esta temporada, por ejemplo Krejcikova fue capaz de conquistar el segundo título individual más importante de su carrera, derrotando a la mismísima Iga Swiatek en la final del WTA 1000 de Dubái, además de quedar también lo más alto del WTA 500 de San Diego. Mientras que en dobles, aunque no se haya dejado ver en tantas paradas como en calendarios anteriores, le dio tiempo afianzar su alianza con Siniakova levantando los trofeos del Open de Australia y de Indian Wells. Incluso tuvo tiempo para probar suerte con Marta Kostyuk y juntar capturar el título de Birmingham. Lo dicho, no ha sido una temporada para tirar cohetes, pero cuántas de sus rivales firmarían tener estas cifras.
ZHUHAI, ÚLTIMA PRUEBA INDIVIDUAL
Su último reto en solitario llega esta semana en Zhuhai, donde debuta por primera vez en esta competición y donde suma ya su primera victoria. Esta misma mañana, la checa fulminaba en dos mangas a Magda Linette por 6-2 y 6-4. “Creo que ambas conocíamos bastante bien el juego de la otra, desde luego siempre espero un buen partido cada vez que me enfrento a ella. Ya habíamos jugado un par de veces antes de este encuentro, además de haber practicado juntas en numerosas ocasiones, pero no por ello ha sido menos difícil el encuentro de hoy. Tenía muchas ganas de debutar en este torneo y hacerlo con una victoria me deja mucha satisfacción”, subrayó Barbora tras el triunfo.
Con 79 partidos ahora mismo en la maleta, no parece que la checa tenga problemas para llegar a la meta con gasolina en el tanque. De hecho, el mayor combustible del que puede presumir antes de sus dos últimos desafíos es el de estar tranquila con su ejercicio en 2023. “He tenido algunos buenos momentos esta temporada, quiero decir, sobre todo a principios de año y a finales del mismo. En el tramo intermedio no fue lo mismo, estuve continuamente con altibajos respecto a mis resultados. Ahora que puedo girar la vista y ver toda la temporada en líneas generales, la verdad es que la veo con una visión mucho más positiva, aunque sé que todavía me quedan dos torneos por disputar. Por suerte me he mantenido sana y he tenido un rendimiento bastante bueno, creo que ha sido una temporada muy buena”, concluyó la jugadora.