
Han pasado casi un par de meses, pero ha sido ahora cuando se ha hecho viral un vídeo de un detalle de Novak Djokovic que en su momento pasó desapercibido. Fue en Adelaida, en su final ante Sebastian Korda cuando, tras cerrar la victoria con remontada incluida, Nole en vez de celebrar con un grito, decidió hacerlo señalándose la cabeza. Es un gesto que podría haber sido como el de cualquier otro jugador o jugadora, pero lo asombroso es el número de veces que lo hace: 22, número de Grand Slams que conseguiría unos veinte días más tarde en el Open de Australia.
Next level mental training and conditioning…We know it, but these subtleties just emphasise how much ND trains his brain. Love it!!(Courtesy of Jelena.) pic.twitter.com/Fi9gN6aVFQ