Jerry Shang, la esperanza del tenis chino que bate récords

Jerry hizo historia en Australia: el primer jugador del 2005 en ganar un partido de Grand Slam. "Todo esto es un proceso de aprendizaje para mí".

Carlos Navarro | 16 Jan 2023 | 21.50
facebook twitter whatsapp Comentarios
Jerry Shang. Fuente: Getty
Jerry Shang. Fuente: Getty

La primera semana de un Grand Slam siempre nos deja nombres propios que sorprenden, que se anuncian al mundo a base de grandes resultados y acaban saltando al mayor escaparate tenístico. Solo llevamos un día de Open de Australia 2023, pero ya podemos decir que este torneo no será diferente. Hoy, un tipo proveniente de China hizo historia, convirtiéndose en el primer jugador nacido en el año 2005 en conseguir un triunfo en un Grand Slam. Se trata de Juncheng Shang, para muchos Jerry, que no solo superó la siempre complicada fase previa, sino que inició su primer viaje en un cuadro final de Major con un gran triunfo en cuatro mangas ante Oscar Otte.

Quizás muchos conozcan a Shang por su relación con Marcelo Ríos. El extenista chileno veía en su antiguo pupilo a un joven con madera de número uno, un zurdo con altas dosis de talento que, contra todo pronóstico, acabó por desesperarle. Su falta de feeling con su equipo de trabajo, en especial su familia, provocó una sorprendente despedida: ambos estrenaron su relación con un título de Challenger y consiguieron establecer al chino dentro del top-200, pero precisamente hace unos días Shang desvelaba el motivo de la ruptura en una interesante entrevista en CLAY. "Tanto para mí como para mi familia, lo más importante es tener respeto, ser buena persona. Con Marcelo, aquello no ocurría al cien por ciento. Es una pena que no pudiera funcionar".

Pero Shang no perdió el tiempo: ahora se encuentra trabajando junto a Dante Bottini, escultor de la carrera de la última gran estrella asiática, Kei Nishikori. "Soy un afortunado por tener a Dante a mi lado. Sus opiniones significan mucho para mí, y hablamos a menudo sobre cómo jugar a este deporte. En nuestro equipo nos pusimos de acuerdo en que todo en el tenis es mental, que cualquiera puede jugar bien al tenis, pero que tener un pensamiento positivo en los momentos importantes puede cambiar el juego por completo". Así reflexiona un Shang mucho más maduro de lo que su DNI indica: es el mejor jugador de 17 años del mundo, una etiqueta que en nada pesa al chino. De hecho, como a cualquier adolescente al que se le abren nuevas puertas, sus sensaciones son de ilusión y emoción en una semana como esta, en la que ya sabe lo que es ganar a nivel de Grand Slam.

"En cierto modo estoy sorprendido de que esto haya sucedido tan rápido, pero al mismo tiempo creo que es una muestra de que todo el trabajo duro que hemos hecho mi equipo y yo está dando sus frutos. Solo puedo decir que estoy muy emocionado por lo que está por venir. Toda esta semana ha sido una experiencia diferente para mí. Es mi primer Grand Slam, cada día estaba muy nervioso antes de llegar a la pista, pero también es uno de los mejores momentos de mi carrera. Todo es una curva de aprendizaje para mí, estoy muy feliz de estar aquí", afirma Shang, un tipo con una historia multicultural, casi cosmopolita. Es la gran esperanza del tenis chino, pero su tenis tiene trazas europeas, además de haber sido moldeado en Estados Unidos, concretamente en la prestigiosa Academia de IMG.

"Esto es muy grande para el tenis chino. Siempre hemos tenido grandes nombres en el circuito femenino, pero no demasiados en el masculino. Estoy muy feliz de formar parte de esta nueva generación y de ser parte de este equipo, ojalá podemos hacer algo grande en el futuro". Lo expresa sin un ápice de duda y con la completa fé en nombres como Yibing Wu o Zhizhen Zhang, lugartenientes de lujo en la generación que quiere situar a China en el mapa. También esgrimía "el físico" como el motivo principal por el que no salen tenistas desde China, además de hacer referencia a sus tres grandes ídolos: "Sin lugar a dudas, el Big Three: Rafa, Roger y Novak".

DOMINAR Y CALMAR LA MENTE

Quizás los episodios más desafortunados de la todavía corta carrera de Juncheng hagan referencia a su hábito de perder los nervios en situaciones complicadas. Hace unos meses se marchó de un encuentro insultando al juez de silla, y él mismo afirma que trabaja día a día para corregir estos exabruptos. "En la mayoría de mis partidos estoy muy tranquilo, pero el tenis es un deporte muy frustrante, y a veces puedes perder la compostura. Eso es algo en lo que llevo trabajando desde hace un par de meses, tratar de mantenerme tranquilo y pensar solo en cosas positivas. Todos esos pensamientos negativos te acaban comiendo por dentro, y perderás el partido pronto si te centras en ellas".