
Emoción a raudales, incertidumbres permanentes y sorpresas de todo tipo. El tenis femenino sigue inmerso en una etapa de paréntesis en el que confluyen grandes estrellas buscando una última oportunidad para brillar, jugadoras de gran carisma y potencial que se afanan por alcanzar una cierta regularidad y escaramuzas triunfales de nombres apenas conocidos con anterioridad y que revientan todos pronósticos. La temporada WTA 2021 ha dejado muchos nombres propios y volvió a ofrecer cuatro ganadoras distintas de Grand Slam: Naomi Osaka, Barbora Krejcikova, Ashleigh Barty y Emma Raducanu. A eso hay que sumar el título de Garbiñe Muguruza en WTA Finals 2021 y la decadencia evidente de una Serena Williams que va perdiendo la esperanza de sumar un nuevo título de Grand Slam.
1. Ashleigh Barty, méritos de sobra para perpetuarse en el número 1
Aventaja en más de 1.200 puntos a su inmediata perseguidora, Aryna Sabalenka, y transmite unas sensaciones de consistencia mucho mayores que ella y el resto de candidatas a destronarlas. La australiana ha hecho un esfuerzo titánico este año viajando de manera permanente por la imposibilidad de retornar a Australia, y el título en Wimbledon justifica una temporada en la que quizá no ganó tanto como algunos esperaban, pero sí mostró un tono general muy positivo.
2. Naomi Osaka y un comportamiento errático y preocupante
Cuando se aborda de manera tan abierta y valiente un aspecto como es la salud mental, es preciso otorgar un gran crédito a lo que ha hecho japonesa, pero su proceder no ha sido lo más idóneo, aparentemente, Decisiones faltas de reflexión, incongruencias entre su discurso y su comportamiento, así como un alejamiento del tenis que pone en jaque su estatus de gran dominadora del tenis mundial durante mucho tiempo.
3. Barbora Krejcikova, la tenista del futuro con reminiscencias del pasado
¿Se imaginan que un hombre fuera el mejor del mundo tanto en individuales como en dobles? ¿O tan siquiera que ganara grandes eventos en ambas modalidades el mismo año? Parece algo incompatible con el siglo XXI, pero la checa demuestra que en las mujeres es diferentes. Con el espíritu de Navratilova y un juego total, Barbora ha dado un enorme salto cualitativo y promete sumar muchos trofeos a sus vitrinas, tanto sola como en pareja.
4. Garbiñe Muguruza y señales de un resurgir contundente
Tan solo una inoportuna lesión en la primera mitad de temporada nos ha impedido ver a la española haciendo resultados esplendorosos toda la temporada. Le costó mucho volver a adquirir ese ritmo competitivo que tenía en Australia y que se vio frenado por la mejor Naomi Osaka de la temporada. Sin embargo, obtuvo su merecido premio con el título en Guadalajara y la sensación de que el arranque del próximo año puede traer muchas alegrías.
5. Emma Raducanu y Leylah Fernández, estrellas en formación
Lo que ocurrió en Nueva York fue dificilmente explicable y absolutamente inolvidable. Dos adolescentes dinamitando todos los récords de precocidad y pronósticos imaginables, haciendo vibrar a la grada con su desparpajo y ofreciendo un tenis vertiginoso. Fue una irrupción meteórica que merece ahora tiempo, trabajo y paciencia para consolidarse. Cuando se da un paso para el que no se está preparada del todo es complejo, y británica y canadiense se enfrentan a eso y el peso de las expectativas desaforadas.
6. Serena Williams, un ocaso irremediable
Lo que empezó siendo un sueño ha tornado en obsesión, y todo ello cuando el cuerpo ya no responde y el nivel general de sus competidores ha subido de manera evidente. La gran leyenda del tenis femenino no ha tenido ninguna opción real de triunfar este año, y se ha tomado tiempo y espacio para procurar prepararse de nuevo de la mejor manera para un "último baile" que acabe con un trofeo en sus brazos.
7. Las grandes revelaciones que han copado el top-10
Han sido muchas las jugadoras que han dejado momentos para el recuerdo esta temporada en el circuito femenino, teniendo la capacidad de mantener ese nivel durante semanas para escalar posiciones en la clasificación. Maria Sakkari, Anett Kontaveit, Ons Jabeur y Paula Badosa han demostrado que hay muchas mujeres preparadas para suceder a nombres ilustres como Svitolina, Kvitova o Kerber, sempiternas entre las 10 mejores.
8. Pliskova, Bencic, Azarenka y Kerber siguen creyendo en sí mismas
Aunque sean de edades distintas y tengan contextos diferentes, todas ellas pasaron por momentos complicados en los últimos años. Kerber parecía descartada para todo, pero se inspiró en la gira sobre hierba y demostró que puede volver a triunfar, mientras que Pliskova vuelve a creer en sus opciones de ganar un major. El oro olímpico de Bencic demuestra el enorme potencial que ostenta la suiza, mientras que Azarenka sigue mostrando alguna escaramuza en la que ofrece su mejor nivel.
9. Gauff y Pegula, ilusiones de un maltrecho tenis estadounidense
Ni una sola tenista estadounidense entre las 10 mejores del mundo. Este dato resulta escalofriante y absolutamente inasumible para cualquier seguidor del tenis femenino en los últimos años, pero también hay motivos para la esperanza. Jessica Pegula ha dado un enorme salto de calidad, mientras que Cori Gauff continúa con éxito y solidez su proceso de maduración.
10. Simona Halep, paso atrás para ¿volver a la cima?
La rumana llevaba mucho tiempo copando la zona noble de la lista, pero una grave lesión le ha hecho permanecer lejos de las pistas y su retorno no ha sido como esperaba. Dada su edad y el avance del tenis femenino, algunos consideran que ha perdido comba respecto a la élite, mientras que otros creen que este paso atrás solo servirá para tomar carrerilla hacia la cima.