
Cuando se ve jugar a este espigado jugador de apariencia quizás nórdica e impoluto acento andaluz, todo aficionado no puede evitar que su mente piense que está frente a un deportista con un futuro esplenderoso. Alejandro Davidovich tiene todo para poder triunfar en el mundo del tenis; carácter, potencia, talento, movilidad y sobre todo trabajo, mucho trabajo. Un silencio apabullante y cordial se extiende entre los entendidos a este deporte cuando se cita el nombre de este tenista, a sabiendas de que a sus 20 años aún es arriesgado pronosticar y generar falsas expectativas, pero lo que sí está claro es que Davidovich está llamado a ser uno de los jugadores que lleve en volandas al tenis español en el futuro.
Su poderío con drive y revés, la capacidad para poder entrar y salir de la cancha, la fortaleza mental que despliega para levantar situaciones bastante adversas, y la vocación para jugar con potencia pero con margen, son algunas de las armas de un jugador llamado a hacer grandes cosas si continúa en esa fase de crecimiento, esa fase donde a base de esfuerzo y trabajo puede conseguir llegar a cualquier lugar. Davidovich ya venía destapando su gran labor en este deporte en diversos torneos Challengers, pero fue en Estoril donde consiguió esa madurez necesaria padar un pasito más. Durante esa semana consiguió llegar a unas semifinales de un torneo ATP, consiguió ganar a tenistas de gran envergadura, consiguió instalarse en el top 100 y sobre todo, consiguió ganarse el respeto y la admiración de todo el circuito.
No llegaba a la cita portuguesa con buenos resultados, pero en Estoril se sintió como en casa. "Fue un subidón de adrenalina, ya que veníamos de algunos resultados malos sobre tierra batida, pero el trabajo que habíamos hecho atrás se vio reflejado durante el torneo. Fue una experiencia muy bonita y enriquecedora, ya que pasé de jugar la fase previa a disputar mis primeras semifinales de un torneo ATP", manifestó el jugador español en una entrevista con Punto de Break.
Durante su trayecto en el torneo, Davidovich pudo vencer a jugadores de la talla de Gael Monfils, Taylor Fritz o Jeremy Chardy, jugadores más consolidados en el circuito y con mejor ranking que él: "Aunque les hubiese ganado, sabía que todavía me quedaba mucho camino por recorrer para ser igual de regular que ellos. Jugué durante esa semana a un gran nivel de tenis y con una ilusión tremenda de poder jugar ante tenistas de este calibre. Monfils, Fritz o Chardy son rivales muy duros, pero supe estar a la altura sobre todo en el aspecto mental".
Disputó su primera semifinal ATP ante un jugador especialista en tierra batida como es Pablo Cuevas, un partido donde una molestia en la zona abdominal le privó de jugar a su mejor nivel: "Podría haber ganado el partido, pero Cuevas es un jugadorazo y aunque yo viniese de una muy buena racha sabía que esas semifinales iban a ser muy duras. A pesar de las molestias abdominales que tuve durante el partido, seguí intentándolo de todas las maneras posibles, pero esas dolencias me impedían poder sacar con normalidad. Quien sabe que podría haber ocurrido si no hubiese tenido ninguna molestia en ese tercer y último set".
En estos momentos el tenis se encuentra parado a causa del coronavirus y los tenistas buscan la forma de poder mantener la forma física a la espera de conocer con exactitud cuando volverá el deporte: "Se hace lo que se puede en casa. Ahora mismo solo toca esperar y poder hacer ejercicio para no perder la forma física. Además, el aspecto mental es vital y necesitas tener la mente distraida el máximo número de horas posible".
Para finalizar la entrevista, el jugador marbellí manifestó cuales son sus objetivos en su trayectoria profesional: "Mi objetivo a corto plazo es estar pegado al top 50, pero veremos como actúa la ATP sobre los torneos y el ranking. A largo plazo tengo muchos objetivos pero sin duda uno de mis favoritos es poder estar entre los cinco mejores jugadores del mundo", concluyó el jugador marbellí que intentará cuando el tenis vuelva ofrecer su mejor nivel.