Cuando Georgina García Pérez entró al vestuario español del Sogo Gymnastic Hall, el resto de sus compañeras se abalanzaron sobre ella en muestra de todo el cariño y tensión acumulado durante este fin de semana. España terminó remontando a Japón por 2-3 gracias a los tres puntos logrados por la catalana, el último de ellos formando pareja con María José Martínez. Tres puntos que valen una victoria, como en el fútbol. Se pasó mal, pero se pasó, que era lo importante. Antes de conocer el martes quién será nuestro rival con el que luchar por volver al Grupo Mundial de Copa Federación, hay que hacer balance de lo sucedido estos dos días en Kitakyushu.
“Ha sido un día muy intenso, ni he desayunado, ni he comido de los nervios”, afirmaba Anabel Medina tras el triunfo. “Terminar el día con esta victoria.. significa uno de los días más bonitos que he vivido como capitana. Georgina, hasta el año pasado no había estado en el equipo, pero siempre había estado muy dispuesta. Las dos semanas del año pasado le sirvieron como experiencia, a ella le encanta siempre jugar por equipos, le hace mucha ilusión. En esta competición es una jugadora a tener muy en cuenta”, suscribió la capitana acerca de su jugadora estrella.
“Ha sido el trabajo que todo el equipo hemos hecho esta semana, para mí ellos han sido muy importantes”, añadía Georgina García, siempre con los pies en la tierra. “Estoy muy contenta de haber sacado la eliminatoria adelante. Era consciente de la presión que tenía, pero desde el minuto uno he tenido mucha fe en este equipo y sabía que lo íbamos a conseguir. Ahora falta subir a primera división y lo vamos a lograr este año. Este fin de semana ha sido muy importante de cara al futuro para mí, tanto en lo personal como en mi carrera tenística”, valoró la dueña de los tres puntos logrados.
El último, acompañada de una María José Martínez sublime que, a sus 36 años, sigue dando alegrías dentro de la pista. “Desde el principio ellas han mostrado que tenían bastante responsabilidad. Jugaban en casa, quería ganar y eso les ha pasado un poquito de factura. Han estado nerviosas con alguna doble falta, fallos que no correspondían. Nosotras hemos estado muy serias desde el principio, con muy buena actitud, teníamos claro que queríamos esa victoria, la necesitábamos después de tantas derrotas”, declaró la yeclana.
Horas antes, Silvia Soler luchó como una jabata frente a Kurumi Nara, aunque ella no encontró recompensa a todo su esfuerzo. “He tenido muchas oportunidades, pero al final ha terminado cayendo del lado de la japonesa. La clave del partido ha estado en ese 4-2 y varias ventajas para colocarme 5-2 arriba, pero no ha podido ser. Aun así he seguido peleando, me había preparado por si me tocaba saltar a la pista, pero también sabemos que todas estas emociones a veces son difíciles de gestionar. Estoy disgustada por la derrota, pero contenta porque lo he dejado todo en la pista”, confesó tras su partido.
La mejor conclusión la dejó de nuevo Anabel Medina, la capitana de un barco con muchos camarotes que tiene múltiples opciones de cara a completar las convocatorias. Si fallan unas, otras dan la cara. “Me he centrado en las jugadoras que han estado en la eliminatoria, las cuales han trabajado muy bien durante todo el fin de semana. Lo que queda claro es que hay un equipo joven, un equipo con experiencia, un equipo con un fondo muy amplio. Hay muchas jugadoras que están dispuestas a representar a España, por eso digo siempre que somos un equipo que podemos aspirar a lo máximo, a ganar la Copa Federación”, señaló.