Federer sobrevive a Simon y se planta en semis de Basilea

Incomodísimo partido para Roger, que necesitó de más de dos horas y media para deshacerse de un muy correoso Gilles Simon.

Federer se mete en semifinales de Basilea. Foto: Getty
Federer se mete en semifinales de Basilea. Foto: Getty

De nuevo con una versión muy irregular, Roger Federer dio un paso más en el camino de su 99º título ATP, 9º en Basilea, dejando en el camino a Gilles Simon: 7-6(1) 4-6 6-4. Remontó en la primera manga cuando lo tenía casi perdido, infalible en el tie-break, fue a remolque en el segundo y no perdonó en el tercer y último set gracias a la ventaja inicial. Espera en semifinales al ganador del Tsitsipas-Medvedev.

Si un tenista es capaz de hacer daño al actual Roger Federer, ese era Gilles Simon. El suizo venía de dos partidos muy irregulares en Basilea, con porcentajes bajos en el servicio, tan solo le salvaban los escasos primeros saques casi definitivos, desacierto en la búsqueda de acortar los puntos con agresividad, falta de finura fruto en ocasiones de la precipitación y, especialmente, poca frescura. Y en esta coyuntura, ante un rápido Simon que acostumbra a ser tremendamente sólido desde el fondo de pista y que no tiene problemas cediendo la iniciativa dejando que todo lo haga su rival, la historia se le complicó en el primer set a Roger Federer.

Tanto fue así que, en un principio, las sensaciones del ex número uno estuvieron lejos de mejorar. En la línea de lo visto durante el torneo, a salvedad de los primeros saques que le brindaban puntos gratis (10 saques directos en el primer set), el resto le volvía irreconocible. Los rallys caían mayormente del lado de Simon, esperando los fallos de un Federer desconocido que le regalaba la iniciativa desde el principio. Gracias a los muchos errores no forzados del ocho veces campeón del torneo, sorprendentes sobre todo por la manera en la que se daban, Gilles conseguía a las primeras de cambio un break, y perdiendo la oportunidad de un segundo que le hubiera colocado 4-0. Muy sólido también al saque, quien fuera número 6 ATP se encontraba 5-2 por delante acariciando la primera manga y superando 3 pelotas de rotura en contra. Pero Roger se activó, sacó el puño a pasear y remontó la situación adversa. No terminó de despojarse de la irregularidad, con algún que otro tiro sin venir a cuento, pero gracias a un ritmo más alto, concentración, paciencia, confianza y, fruto de todo ello, acierto, llegó al 5-5. El ocho veces campeón del torneo se volvió a complicar la vida, convirtiendo un juego encarrilado en una bola de set para Simon, pero los primeros saques le dieron vida y mandó el partido a la muerte súbita. Y ahí Roger es casi infalible. En un casi inmaculado tiebreak (7-1) barrió a Simon, que bajó un puntito su tenis, adjudicándose el primer set por 7-6 en 1 hora justa.

Después de una primera manga en la que Simon no fue capaz de aprovechar su ventaja, el francés volvió a nublarse por delante en el marcador. Si bien los primeros turnos de saque de ambos fueron relativamente cómodos, bajando revoluciones, el partido tendría un carrusel de hasta cuatro breaks consecutivos, señal de la no demasiada lucidez de ambos. El jugador de Niza rompería por dos veces el saque de Federer, pero con su servicio bajaría enormemente sus prestaciones debido a un porcentaje de primeros saques muy bajo. De este modo no pudo hacer frente a las acometidas del ganador de 20 Grand Slams, que pudo adelantarse acto seguido. A ambos jugadores les estaba faltando constancia, dar un paso adelante. Muy pocos aciertos (entre ambos 11 winners) y muchos errores. Podría decirse que el partido cayó en nivel, y Simon sobreviviría volviendo a encontrarse con otro break, 5-4. A la tercera sería la vencida, consiguiendo mantener su saque y llevándose la segunda manga por 6-4. 40 errores no forzados de Federer en 2 sets. Contrariado, cabizbajo, apático.

Al partido le faltaba ritmo. A Roger le salvaban los puntos gratis con el servicio, pero no daba margen a los intercambios largos con errores tempraneros. Ni siquiera le estaban funcionando las subidas a la red, encontrándose con passings de su rápido rival. Simon, que debía de seguir los pasos dados en el primer set si quería tener alguna opción, con gesto torcido vio como Federer se ponía 3-0 arriba con un break de primeras. A la hora de la verdad, los grandes reaccionan. Pero el francés no estaba sentenciado, un rival siempre incómodo, que no se da por vencido. Primeramente serían una vez más los primeros servicios los que salvarían al suizo, pero en el siguiente turno de saque bajaría la guardia. Una desconexión absolutamente inverosímil, incomprensible de un Federer muy por debajo del nivel que le llevó a ganar a principios de año el Open de Australia. Mucho más entonado desde el servicio, Simon aprovechó un bajón del suizo para igualar a cuatro. Despertó Federer, ganó su saque y, dispuesto a poner fin a un partido que se había ido a las 2 horas y 34 minutos, quebró en última instancia para el definitivo 6-4 y pase a semifinales.

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