
Angelique Kerber sigue hundida en el pozo. La número uno del mundo cayó estrepitosamente (6-2, en la primera ronda de Roland Garros por segundo año consecutivo. Una brillante Ekaterina Makarova jugó el papel de verdugo de una Kerber que pone fin a una desastrosa temporada de tierra en la que solo ha sido capaz de ganar dos partidos en cuatro torneos. Es la primera vez en la Era Open, que la primera cabeza de serie cae en la primera ronda de Roland Garros.
En la rueda de prensa previa al partido, Kerber hacía hincapié en lo importante que sería salir concentrada y dar su mejor nivel desde el primer punto. Sin embargo, a la hora de la verdad el resultado fue distinto. La germana salió a la pista temerosa, todo lo contrario que su rival, muy activa desde los primeros compases, dominando con su potencia desde el fondo.
Tras el 2-0 inicial, Kerber quiso reaccionar y subió el nivel. La parte central del set se caracterizó por momentos de gran tenis, con puntos del altísimo nivel que, sin embargo, seguían cayendo mayoritariamente del lado ruso. Un nuevo break terminó por sentenciar el primer parcial por 6-2 para Makarova.
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Los atisbos de buen tenis demostrados por Kerber en algunos momentos de la primera manga permitían vaticinar una bonita batalla, pero fue la peor versión de Kerber la que saltó a la arcilla en el segundo set. Con una expresión en el rostro que lo decía todo, la actual mejor raqueta del circuito, se veía desbordada una y otra vez por una Makarova que no bajó el listón en ningún momento.
Aunque Kerber puso algo de emoción en los instantes finales, no hubo tiempo para la reacción y Makarova cerró el partido por un doble 6-2. La rival de la rusa en segunda ronda saldrá del partido entre Lesia Tsurenko y Katerina Kozlova.