Un año sin tenis

Y después de 21 años, el Valencia Open no se disputó. Un año después de su última edición, recordamos este precioso torneo.

Punto de Break | 3 Nov 2016 | 08.22
facebook twitter whatsapp Comentarios
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.

Después de estar disputándose desde el año 1995 un torneo de tenis profesional en Valencia, parece mentira que este año haya sido el primero en el que la ciudad, los aficionados a este deporte venideros de cualquier parte del mundo, los clubes y tantos y tantos niños y niñas, nos hayamos quedado sin él.

Es una verdadera lástima que por cuestiones políticas, no se fomente el deporte y, ¡no solo eso! Sino que, además, se nos prive de poder disfrutarlo. No han sabido ver lo importante que era el Open de Valencia para la ciudad: los ingresos que dejaba, la importancia cultural que tenía, la ilusión que despertaba entre los más jóvenes (y no tan jóvenes) por poder tener a sus ídolos delante y de manera tan cercana porque no nos olvidemos que por este torneo han pasado estrellas del tenis de la talla de Murray, Berdych, Ferrer, Roberto Bautista Agut, Del Potro, Cilic, Gulbis, Isner, Fognini, los Bryan… Y un largo etcétera.

Sigo pensando que el torneo solo aportaba cosas positivas y ninguna negativa. Además, el Open de Valencia tanto cuando era 500 como cuando tuvo que bajar de categoría y pasar a ser un 250, era completísimo. De los torneos más completos que he visto nunca: teníamos el individuales y el dobles masculino, el torneo silla de ruedas (¡único en España!), el torneo Promesas y el Street Tennis que tanto ayudaba a las niñas y niños a conocer este deporte, a practicarlo e incluso, ofrecía la posibilidad de jugar y entrenar en las mismas instalaciones que los tenistas profesionales. También disponía de una pista de pádel para todo aquel que quisiera jugar y pasar un rato divertido. Era usual ver a los propios tenistas jugando allí.

Nunca fue un torneo “pesetero”, es decir, no te obligaban a comprar bebida ni comida como hacen en muchos otros torneos, sino que, tenías todo al alcance de tu mano. Con tan solo caminar unos metros, tenías dos centros comerciales con todo tipo de establecimientos y unos grandes almacenes además de disponer de un Fan Park en el torneo con un montón de tiendas de patrocinadores y de restaurantes.

Qué decir de las entradas. Mantuvieron unos precios fijos. Desde 10€ ya podías disfrutar de un día de tenis magnífico en familia, amigos o simplemente, en solitario y por 30€ podías vivir la final. ¿Qué más se podía pedir? Hicieron un montón de campañas para ayudar tanto al medio ambiente como a los más necesitados. Para no extenderme mucho, recordaré dos: en la última edición del torneo, se propusieron reciclar dado el valor que tiene para nuestro planeta. Tanto fue así, que el trofeo se hizo de vidrio reciclado y el diseño fue elegido por los aficionados que participamos enviando nuestras ideas. La otra campaña fue para ayudar a la gente más necesitada proporcionándoles ropa que los propias aficionados entregábamos en el torneo y ellos, a cambio, te regalaban la entrada para ese día. ¿Podrían haber hecho algo más? Sinceramente, yo creo que no.

Su lema era (e incluso me atrevería a decir que este era su objetivo): “Nadie sin tenis”, pero tristemente, no lo han podido conseguir por falta de compromisos políticos y, bajo mi punto de vista, también tenísticos en cuanto a que no todos los jugadores españoles han tenido un compromiso firme, apoyándolo para que este torneo no se fuese del país.

No puedo despedirme sin antes dar las GRACIAS a todos los que hicieron posible que este torneo se celebrase y hayamos podido disfrutarlo de una manera tan intensa. Gracias. Solo tengo la esperanza de que, más temprano que tarde, este torneo vuelva al lugar que le pertenece y poder vivirlo al máximo porque es muy triste que por culpa de unos pocos o por culpa de muchos, llevemos un año sin tenis. Recordad: la idea era “Nadie sin tenis”.

Por Damiris Sáez Moratalla, aficionada al tenis.