Shuai Zhang, de la retirada al milagro

La victoria de Shuai Zhang en la primera ronda del Open de Australia 2016 ya tuvo un significado y relevancia acorde a su valor. Procedente de la fase previa, y fuera de las 130 mejores raquetas de la WTA, la jugadora china eliminó a la segunda favorita al torneo, la rumana Simona Halep. Lo que pareció un día inspirado y pasajero en un circuito proclive a ello, se convirtió en la historia del torneo. Zhang está, siete partidos después, entre las ocho mejores jugadores del certamen australiano.

A sus 27 años, la práctica totalidad de su carrera y triunfos se construyeron en los ITF, labrándose en las fases previas sus participaciones en torneos del Grand Slam. Sus mayores logros siempre vinieron en Asia, con victorias en el ITF 100.000 de Tokyo en 2015 o sus victorias en los WTA Ghuanzhou y Nanjing, en 2013. Sin embargo, y aún con edad para competir varios años más, Zhang pensó en la retirada recientemente, en la víspera de este Open de Australia.

Aunque este resultado puede hacer replantear parte de ese pensamiento, la china tiene claro que va a necesitar un largo descanso tras estas dos semanas. "En este momento, después de este torneo, necesito un descanso largo, sí. He jugado siete partidos consecutivos. Antes de jugar hoy pensé que sería el final. Cuando alguien gana seis partidos en un Grand Slam, tiene que tener cerca su final ¿no?. Así que después de este torneo ya he decidido que jugaré mucho menos; no quiero jugar demasiado. Quiero algo más de tiempo en mi vida. Tener vacaciones, descansar, pasar más tiempo con mis padres. También en algún momento tendré que trabajar duro, sí. Necesitaré entrenar"

Zhang se echó a llorar tras ganar a Halep y lograr su primera victoria profesional en un maindraw de Grand Slam, una imagen que marcó la primera jornada del torneo. Avanzadas cuatro rondas y con el público más cerca de ella, admite tener menos presión. "Creo que la presión y los nervios vienen siempre en la primera ronda. Pero tuve la suerte de chocar con la número 2 del mundo y eso me resto toda presión posible. Ahora ya no hay más presión".

Ante la británica Johanna Konta, Zhang luchará por mantener vivo un milagro propio del deporte. Gane o pierda puede ser uno de los últimos partidos de su carrera. Suceda o no, Zhang ya sabe lo que hará después de dejar el tenis: "Quiero tener un coffee bar. Estais todos invitados, aunque aún no sé en qué ciudad lo montaré".