
Se fue José Luis Escañuela, pero se mantiene el ‘escañuelismo’ en la RFET. Fernando Fernández-Ladreda, vicepresidente económico durante el mandato de Escañuela y expedientado en su día por el TAD, dirige desde julio la federación española por voluntad de Miguel Cardenal, presidente del CSD.
Este intervencionismo ha dado lugar a un presidente, Fernández-Ladreda, mantenido y guiado políticamente a la vez que rechazado por el tenis español. Los presidentes de las federaciones territoriales solicitaron a través de una carta la convocatoria de elecciones a la RFET en el primer trimestre de 2016. Sin embargo, ante la desestimación de esta propuesta, planean una moción de censura esta misma semana.
Legalmente, esta moción se presentará contra Escañuela, a pesar de que éste se encuentra inhabilitado durante dos años desde el pasado 8 de septiembre. Sin embargo, el espíritu de la moción es apartar a Fernández-Ladreda de la presidencia y acelerar la convocatoria de elecciones. Tanto el actual presidente como Cardenal se agarran a esta ficción jurídica para descargar el peso de la moción de censura sobre Escañuela.
De hecho, el propio expresidente apoya esta moción, según afirmaba el propio sábado en declaraciones recogidas por el diario Marca. "Apoyo la moción de censura. El presidente de cualquier federación tiene que tener un apoyo democrático. No puede ser que desde la Administración se quiten y se pongan presidentes y capitanes", decía Escañuela.
Cardenal respondió ayer pidiendo la dimisión de Escañuela, según recoge la agencia EFE: "Si él dimite, si de verdad está a favor de la moción de censura, dimitiendo hace que la moción de censura no tenga sentido". Además, el presidente del CSD aseguró que el éxito de una moción de censura no afectaría a Fernández-Ladreda, indicando que el resultado sería "apartar al señor Escañuela de la presidencia".
"Ahora mismo, tenemos la seguridad de que la RFET está colaborando con una dinámica de gobernanza y de transparencia que no tenía antes", dijo Cardenal.