A Carla le falta aire

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🎾 Nicole Lederman vs Carla Markus

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El obligado descanso post-Wimbledon para Carla Suárez, por ahora, parece que no tuvo ningún efecto positivo para ella. Tras ser eliminada por la jovencita letona Jelena Ostapenko en la primera ronda del Grand Slam londinense, la canaria tomó cinco días de descanso y luego poco más de dos semanas en Barcelona para someterse a entrenamientos para reafirmar la parte física y técnica. A primera vista, los resultados no han sido los más satisfactorios.

Y aunque un partido no es suficiente para medir las verdaderas aspiraciones, y sensaciones, para la gira de canchas duras por Norteamérica, sí da algunos indicios de que en este momento las ideas no están tan claras para la tenista española, inmersa en el top-10 pero con serias posibilidades de poder salir de allí luego de esta semana, tras la inesperada derrota en el estreno del torneo de Stanford ante Alison Riske.

Precisamente, en el encuentro ante la norteamericana, Carla demostró a pleno que está en una montaña rusa con su nivel de juego, con picos altos de agresividad pero al tiempo con mesetas en la inconsistencia. De hecho, el primer set estuvo liderando en dos ocasiones, dando cuenta de estar con fiereza en el drive y con su acostumbrada angulación desde el revés, punto que complicó muchísimo a su oponente. Pero luego no tardaba en caer en la trampa de Riske, que no dudaba en pegar lo más plano posible para terminar el punto en la red. Y luego, en la segunda parte, puso a prueba su resistencia: fue capaz de remontar el marcador adverso que le propuso la rival, volvió a su esencia, pero luego regresó la endeblez y con su servicio le dio el partido a Alison, que por segunda vez derrotaba a una top ten.

En efecto, la diez del mundo revela que le falta aire, que necesita oxígeno para encarar la parte final del año donde tiene como punto de llegada las finales en Singapur. Pero antes de pensar en el exótico campeonato donde se instalan las ocho mejores, es momento para establecer una hoja de ruta que sea compatible al excepcional inicio de año, donde fue capaz de llegar a tres finales, vencer a rivales como Petra Kvitova, Agnieszka Radwanska, Simona Halep o Ana Ivanovic y encajar poco más de 30 victorias.

Y por otra parte, dejar de lado lo que significa su ranking actual y centrarse únicamente en mejorar falencias de su juego: movilidad, fuerza en el drive y un tanto en el servicio. Todo porque últimamente este factor parece ser el que carcome la cabeza de muchas jugadoras en un circuito femenino que no se estabiliza, teniendo como espejo a Eugenie Bouchard.

Por ahora la situación no es para alarmarse ni para pensar en la debacle definitiva de una de las jugadoras más consistentes de la temporada, y que incluso, se convirtió en una piedra en el zapato para muchas de sus pares. Carla pasa por ese momento típico de altibajos luego de una gran alza y donde lo más importante es no perder el norte, mantener el paso y no influenciarse por factores externos, tan tóxicos por estos tiempos. Solo le falta un nuevo impulso y de seguro volveremos a ver a la Carla que ha acostumbrado. El cemento apenas da sus primeros compases.