
Los chispeantes ojos de Lara Arruabarrena-Vecino (Tolosa, Guipúzcoa; 1992) contrastan con una sonrisa radiante que grita sin palabras el valor de una victoria. Sucede en Nueva York, en el último torneo de los cuatro que forman el Grand Slam, cuando la jovencísima tenista gana su primer partido en el cuadro principal de un campeonato mayor y una corriente de felicidad invade cada rincón de su cuerpo. Ese bálsamo, inesperado por las condiciones de la superficie, sana las heridas de un duro golpe asestado meses atrás cuando un solo juego le impide superar la previa de Wimbledon y disputar el torneo más prestigioso del mundo. La prometedora carrera de Lara, sin embargo, está repleta de pequeñas historias escritas siempre desde una mentalidad guerrera que solo conoce el trabajo como la vía más directa hacia el éxito. Así es Lara Arruabarrena desposeída de todas sus armas de tenista.
Pregunta. ¿Te paran ahora más por la calle?
Respuesta. Ni me paraban antes ni me paran ahora. Sigo pasando inadvertida.
P. ¿Qué le dijiste a tu hermana cuando te confesó que quería ser tenista?
R. Bueno, ella empezó a jugar torneos y yo le animaba a hacerlo, pero la verdad es que hace poco ha decidido que no quiere meterse tanto en el tenis como yo y ahora está entrenando menos. Es muy buena estudiante.
P. Dicen que la familia es la base principal de todo éxito.
R. La familia es un punto de apoyo muy importante porque no es lo mismo que te apoyen, a hacer lo que quieres sin ese apoyo. Si te apoyan, cuando tengas malos resultados o estés de bajón, intentarán animarte y que vuelvas a estar bien. En cambio, si no te apoyan te dirán que ya te habían avisado que eso no servía para nada y cosas por el estilo. Yo creo que la familia tiene mucha influencia en el éxito.
P. ¿Cuál ha sido el consejo qué más te ha servido de ellos?
R. Pues creo que más o menos lo que comentábamos antes. Que sobre todo en los malos momentos me hayan apoyado para que siguiera luchando porque siempre hay un momento en el que te empiezas a recuperar y las cosas empiezan a salir bien.
P. Se sufre mucho en los inicios, incluso hay jugadoras que se quedan estancadas ahí toda la vida. ¿Compensa tanto esfuerzo?
R. Siempre es duro al principio. Eres la novata, pero todo se va aprendiendo con la experiencia. Aunque muchas veces no solo es la experiencia la que te ayuda a mejorar, sino que tú tienes que estar dispuesta a hacer un esfuerzo para que te salgan bien las cosas que haces mal y mucha gente no está dispuesta a eso. Si pones todo de tu parte y llegas, el esfuerzo merece la pena.
P. ¿Cómo se mantiene la esperanza jugando torneos menores y previas un día tras otro sin ver la luz al final del túnel?
R. Tienes que ser positiva y pensar que cualquier día puedes pegar el salto. Que ya llegará la hora en que no tengas que jugar torneos más pequeños porque todo el trabajo y esfuerzo que has hecho empieza a dar sus frutos. Algunas veces también ves que alguna compañera tuya de las que juega contigo ha dado un salto y ya no tiene que jugar esas previas o torneos mas pequeños y piensas... ¿por qué no puedo hacer yo lo mismo?
P. ¿Sigue siendo el tenis un deporte para personas con un alto poder adquisitivo?
R. El tenis es un deporte muy caro. Mucha gente tiene que jugar menos torneos porque el dinero no le da para más y entonces juegas menos, tienes que viajar sin entrenador porque es muy caro y eso conlleva la posibilidad de ganar menos partidos. Si te va mal, no puedes jugar muchos torneos para recuperarte y vas entrando en un pozo del que cuesta salir. Al final, mucha gente acaba abandonando porque no puede cubrir gastos con lo que se gana en los torneos pequeños. Yo he tenido la grandísima suerte de que la Federación Española me ha apoyado desde los quince años llevándome al centro de alto rendimiento de Sant Cugat [CAR] donde aún me siguen apoyando. Estaré eternamente agradecida a la Federación por esto, porque si no me hubieran becado no habría podido jugar al tenis a gran nivel.
P. El Abierto de Australia ahuyentó los rumores de huelga hace unos días ofreciendo la mayor bolsa de premios de la historia y subiendo la remuneración en las primeras rondas, algo necesario para compensar un viaje tan costoso.
R. La verdad que un viaje a Australia es muy caro y tienes que tener en cuenta que viajas con entrenador. Si pierdes en la primera ronda de previa, por poner un ejemplo, el viaje te sale carísimo. Yo he conocido casos de jugadores que han preferido jugar más cerca de sus casas porque no se podían permitir el viaje. ¡Y estamos hablando de perderse un torneo del Grand Slam!
P. El objetivo de 2012 era terminar entre las 100 mejores tenistas del mundo. Ahora, aunque la temporada no ha finalizado, estás 77.
R. La temporada ha sido muy buena, aunque todavía me queda por jugar el último torneo. Todo ha sido muy positivo. He cogido mas experiencia jugando en pistas grandes contra contrarias más grandes todavía. He cumplido mi objetivo y estoy contenta por ello.
P. ¿Ha sido difícil superar la euforia tras ganar el título en Bogotá?
R. Ganar Bogotá me dio mucha confianza porque veía que podía medirme a gente buena pero tenía claro que debía seguir trabajando porque no se puede vivir de un título. Además, no creo que en ese momento fuera muy consciente de lo que había conseguido.
P. ¿Cómo se digiere la sensación de ser muy buena de repente y al siguiente torneo muy mala?
R. La clave es no hacer mucho caso. Ni cuando las cosas van muy bien ni tampoco cuando van muy mal porque la gente es muy extremista. Si ganas ya eres la mejor de todas, pero la semana siguiente pierdes en primera y eres la peor. Hay un termino medio. Siempre eres la misma, algunas veces con más confianza y otras con menos, algunas veces jugando mejor y otras peor.
P. Ahora los jugadores maduran deportivamente más tarde.
R. Sí. No hace falta más que mirar cuantos jugadores de veinte años hay en el top 100 o ver cual es la media de edad del mencionado top 100.
P. ¿Cuál es el motivo?
R. Cada vez el nivel es más alto. La gente juega mejor y te tienes que obligar a jugar mejor; a ser más rápida, más fuerte, más hábil...
P. Superas la previa en Roland Garros, pero caes en la primera ronda. ¿Esa experiencia te suma o te resta?
R. Me suma. Para empezar, porque nunca había ganado un partido de previa en un Grand Slam y consigo pasar la previa. En cuanto al partido de primera ronda, también me suma, sobre todo en experiencia, porque juego contra Ivanovic en una de las pistas centrales de Roland Garros y aunque esa vez estuviera muy nerviosa me sirve para las próximas veces que me toque vivir una situación similar. Entonces, ya sabré lo que es jugar contra una rival grande en una pista grande.
P. ¿Qué sucede en Wimbledon?
R. Wimbledon es un torneo al que vas un poco a ver qué pasa porque se juegan muy pocos torneos en hierba y todo es muy diferente. Consigo ganar dos partidos y perdí en el que me daba el pase al cuadro final habiendo tenido 5-4 en el tercer set y saque. Fue la derrota más dolorosa del año y creo que de mi vida.
P. ¿Es la superficie que más te cuesta?
R. Es la superficie que más me cuesta, pero me gusta jugar en hierba. Aunque no sea mi superficie ideal me motiva jugar en hierba. No tengo un saque potente, pero me muevo bien, cosa que les cuesta mucho a la mayoría de jugadoras porque es muy difícil correr ahí.
P. ¿Por qué?
R. Porque en tierra o en rápida puedo correr mejor. La hierba favorece mucho a las jugadoras de golpes potentes y ese no es mi perfil, aunque creo que puedo llegar a hacer grandes resultados.
P. En Nueva York ganas el primer partido de Grand Slam en tu carrera.
R. Y fue una experiencia increíble. No me lo esperaba. Haber pasado la previa de Roland Garros ya fue increíble, aunque tampoco me sorprendió tanto porque sabía que era capaz de hacer buenos resultados en tierra, pero en pista rápida era diferente. No me veía todavía capaz de hacer grandes resultados, pensaba que me quedaba un año o así. El hecho de pasar la previa ya me emocionó y nunca me había emocionado tanto como lo hice al pasar la previa del US Open. Superar la primera ronda ya fue poner la guinda al pastel.
P. Hace días, en la gira asiática, has vuelto a encadenar buenas actuaciones. ¿Algo que reprocharte?
R. Siempre hay algo que se puede mejorar. Me habría gustado dar más la cara en el partido contra Kerber, pero fue un gran torneo y siempre hay que buscarle lo positivo. Pasé la previa y gané a Zheng que es una gran jugadora.
P. Llevas toda la vida con Antonio Capella, ¿qué significa para ti?
R. Desde que entré en el CAR he entrenado con Antonio y es el que me ha ayudado a mejorar como tenista y como persona. Me da apoyo constante en los buenos y malos momentos y confía ciegamente en mí. Es una gran persona.
P. ¿Te corrige mucho en los entrenamientos?
R. Bastante (risas).
P. ¿Agota repetir una y otra vez lo mismo?
R. Para mí, las rutinas son lo más pesado de esto. Pero es la única manera de mejorar, repetir todo una y otra vez hasta que sale bien y una vez sale bien, seguir repitiéndolo hasta que sale mejor.
P. Quizás, el saque es el terreno donde más puedes mejorar. ¿Trabajas mucho para mejorar el servicio?
R. Sí, el saque es de las cosas que más tengo que mejorar. El problema es que es el golpe en el que mas confianza pierdo. Puedo estar sacando bien y a la que fallo dos saques se me va la confianza y ya no hay quien meta un saque más. Trabajo cada día para mejorar eso.
P. En febrero, el equipo español de Copa Federación tendrá que empezar a remar para volver al Grupo Mundial ante Ucrania. ¿Te ves formando parte del grupo?
R. Me encantaría formar parte del grupo, aunque soy consiente de que hay grandes jugadoras. Todo dependerá de lo que la capitana decida. A mi me encantaría que me llamaran. Estoy preparada para cualquier cosa.
P. ¿Es necesario limar asperezas dentro del grupo para alcanzar el éxito deportivo o lo sucedido a principios de año está olvidado?
R. No sé si estará arreglado o no. Pese a ello, no creo que esté reñido con el éxito porque se han dado situaciones en las que en el equipo no ha habido buen ambiente y han llegado a hacer cosas muy importantes. De todas maneras siempre es mejor que haya buen ambiente.
P. ¿Por qué hay tanta diferencia entre Serena Williams y el resto?
R. Porque es una crack. Está a un nivel superior y no se puede explicar. Va a un torneo y gana. Está claro que siempre puede perder, pero está por encima de las demás.
P. La final del US Open entre Williams y Azarenka gritó al mundo que el tenis femenino también puede ser espectacular.
R. Yo ya sabía eso antes de esa final (risas). Hay partidos como esos en los que ves un grandísimo nivel en todos los aspectos.
P. "El tenis masculino es más interesante que el femenino", dijo el francés Simon en junio.
R. Cada uno tiene su opinión. A Simon le puede parecer más interesante el masculino y a lo mejor si le preguntas a otra persona te dirá que le parece más interesante el femenino. Yo respeto la opinión de cada uno. A unos les gusta más el mar y a otros más la montaña. Aquí sucede lo mismo.
P. Luego, Tipsarevic se quejó durante el Abierto de los Estados Unidos porque las mujeres cobran lo mismo que los hombres haciendo menos esfuerzo.
R. Puedo entender a Tipsarevic porque ellos los torneos del Grand Slam los juegan a cinco sets y las mujeres a tres. No me parecería mal que ellos tuvieran un premio mayor, pero en los torneos que todos jugamos a tres sets el premio tiene que ser el mismo.
P. ¿Está preparada una tenista para disputar partidos a cinco mangas?
R. Yo creo que sí. Si nos hicieran jugarlos nos acabaríamos acostumbrando.
P. ¿Cuáles son los deberes para 2013?
R. Mi objetivo va a ser terminar el año top 40.
P.¿Es Río de Janeiro 2016 un sueño que se puede cumplir?
R. Me encantaría poder participar en unas Juegos Olímpicos e ir a Rio de Janeiro seria un sueño. Ojalá me clasifique para ir, pero todavía queda mucho tiempo. Tendré que trabajar duro.
R. ¿Qué hace feliz a Lara?
R. Poder hacer lo que me gusta independientemente de los buenos o malos momentos que pueda tener. Creo que muchas personas no trabajan en lo que les gusta porque no han podido y que yo pueda hacerlo hace que me sienta afortunada. A esto hay que sumarle el apoyo de mi familia, entrenador, amigos y gente que muestra su cariño y todavía me siento más feliz.