Tras conocerse en el día de ayer la resolución de la demanda que Rafa Nadal interpuso ante la ex-ministra francesa de Deportes, Roselyne Bachelot, en la que la justicia francesa le obligaba a pagarle al tenista 10.000 euros en concepto de daños y perjuicios, Rafa lanzó un comunicado en el que decía sentirse "feliz", ya que "cuando presenté la demanda no sólo quise defender mi integridad e imagen como deportista, sino también los valores que he defendido durante toda mi carrera y evitar futuras conductas que cualquier persona pública pueda lanzar acusaciones injuriosas contra un deportista sin fundamentos ni datos que puedan demostrarlo. Lo único que lamento es que el importe de la condena no haya sido mayor, ya que irá destinado íntegramente a obras sociales en Francia, para que apuedan ayudar a personas con necesidad", explicó el balear.