Stan Wawrinka: “Es duro empezar la temporada y que no esté Magnus conmigo”

Sin estar todavía al 100% en su recuperación, el suizo llega a Melbourne con varios conflictos personales y la intención de volver a competir sin dolores.

Parece que fue ayer cuando Stan Wawrinka sorprendía al mundo entero en Melbourne Park, inclinando a Rafa Nadal en su primer final de Grand Slam y logrando el título más importante de su carrera. Luego llegaron otros, pero justo de aquel triunfo han pasado ya cuatro temporadas. Mucho tiempo. Tanto que ahora el cuento ha cambiado y es el de Lausana el que llega renqueante al Open de Australia después de pasar por una cirugía que casi le cuesta la retirada. Lo que sí le costó fue su relación con Magnus Norman, su entrenador desde 2013. Así que de todos esto y mucho más habló el helvético en rueda de prensa antes de afrontar su primer partido oficial en los últimos seis meses.

“Estoy aquí, eso significa que estoy mejor. Ahora se cumplen seis meses desde mi último partido, ha sido muy duro, realmente duro, pero más duro va a ser recuperar el lugar y el terreno cedido durante todo este tiempo y ser capaz de volver a jugar. Pero me siento bien, estoy regresando poco a poco. Decidí venir aquí a entrenar en el último minuto, sin saber muy bien si estaba preparado o no, pero creo que ha sido la elección correcta tras muchos meses de estar en casa, he estado entrenando duro para que mi rodilla se recupere”, confiesa el actual número 9 mundial.

“Ha sido importante verme, en parte, obligado a saltar a pista, empujado a entrenar con los mejores, practicar mucho más de lo normal durante toda la primera semana, en la que tuve la opción de jugar puntos a muy alto nivel. Sé que todavía no esto en el nivel que me gustaría pero entiendo que es un proceso lento hasta llegar arriba. Ahora mismo estoy contento por la manera en la que está evolucionando mi rodilla”, añadía Stan, quien disputó su último ATP en el torneo de Wimbledon, donde caía en primera ronda ante el ruso Daniil Medvdev.

Esta temporada las cosas no empezaban bien, mucho menos cuando el suizo decidía no competir en las primeras dos semanas del calendario debido a que sus dolores de rodillas y de hombro todavía continuaban. Ni siquiera le pudimos ver en la exhibición de Tie Break Tens, duelos al mejor de diez puntos para los que Wawrinka tampoco quiso arriesgar. “En todo momento supe que era una cirugía grave, complicada, que era importante tener calma y tomárselo con tiempo, sin prisas. Mi doctor sabe exactamente cuál es el dolor que siento y el que no siento”, confesó Stan acerca de la relación contante que tiene con su médico.

Pero lo más doloroso para el suizo en 2017 no ocurrió dentro de una pista. “Dejarlo con Magnus fue un momento muy duro y difícil para mí, coincidió además con mi salida del circuito y mi sometimiento a una cirugía que sabía que me tendría seis meses fuera del circuito, seis para volver a jugar al tenis y estar de nuevo donde quería. Fue realmente duro tener que escuchar de su boca que era el momento de bajarse del tren justo en ese momento. Para mí ha sido mucho más que un entrenador, ha sido un amigo, incluso más que un amigo. Es difícil empezar aquí el año y ver que no está él. Al final del día, siempre estaré agradecido por todo el trabajo que hicimos juntos durante todos estos años, ganando los tres Grand Slams que conseguimos juntos. Eso es lo que siempre me llevaré de nuestra relación”, recuerda el de 32 años.

Veremos cómo reacciona su cuerpo ante el reto de medirse a Ricardas Berankis en primera ronda del Open de Australia. Lo que está claro es que, vistos los acontecimientos, estar aquí en el cuadro final ya es un pequeño triunfo para el bueno de Stan.

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