Los sonidos de un partido de tenis profesional son inconfundibles: el estallido de la pelota cuando golpea con las cuerdas de la raqueta, las entonaciones de un juez de silla, o la gran cantidad de aficionados animando en las gradas a su tenista favorito. Pero hay una persona en el circuito que vive el tenis de una manera más bien distinta. El coreano Duck Hee Lee es un joven tenista de 19 años de edad que alcanzó hace unos años el puesto número 130 del ránking ATP y que tiene una discapacidad que no le ha impedido cumplir su sueño, jugar al tenis. Lee nació sordo, y confía en su vista y habilidades de anticipación para compensar su discapacidad.
Hace unos cuatro años, Duck Hee Lee fue noticia mundial, al conseguir su primer punto ATP a sus 14 años de edad, circunstancia que resultaba más llamativa de lo normal, y es que además de su precocidad, el jugador coreano se había convertido en el primer tenista sordo en la historia del tenis: "Como nunca antes he escuchado, nunca he podido imaginar como sería el tenis si no tuviese un problema auditivo. La sordera es parte de mi vida en el tenis. A veces me da ciertas desventajas, pero nunca me he desanimado y he luchado hasta el final para conseguir mi sueño".
Los médicos diagnosticaron a Lee su sordera cuando su madre lo trajo para una exploración, ya que no recibía estímulos cuando sus padre le hablaban. Park Mi-Ja y Lee Sang-Jin, le enseñaron a su hijo primogénito a leer los labios en lugar de enseñarle el lenguaje de signos. Lo retiraron de su escuela para sordos cuando comenzó la escuela primaria, con un esfuerzo fuera de lo normal para integrarlo con el resto de niños. Cuando vieron que Lee tenía un don para el deporte, no dudaron que el tenis era la mejor opción para él.
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Sobre su primera experiencia en una cancha de tenis, Duck-Hee Lee afirmó que fue una experiencia inolvidable, y le ayudó a ser muy competitivo desde el primer momento: "Fue muy divertido mis primeras clases de tenis. Desde el principio me volví muy competitivo, porque no quería perder ante nadie. Comencé a jugar al tenis a los 7 años de edad, y desde ese día me siento muy feliz y emocionado cada vez que piso una pista de tenis. Cuando agarro la raqueta, me siento muy seguro de mí mismo".
El actual 217 del mundo se convirtió en el número tres del mundo en el ránking junior de la ITF, pero algunos entrenadores y periodistas dudaron de que pudiera tener éxito en el circuito profesional debido a su discapacidad, ya que el escuchar el contacto de la pelota con las cuerdas del oponente puede mejorar el tiempo de reacción y anticiparte al punto. Cada fracción de tiempo de segundo es importante en este deporte. A pesar de ello, Lee ha demostrado que se equivocaron y que es capaz de todo en el mundo del tenis, si se lo propone. Jugó su primer evento en el ITF Pro Circuit cuando tenía 14 años, y ha ganado 10 títulos desde entonces. Además, este año ha conseguido llegar a seis cuartos de final en torneos Challenger, venciendo a jugadores ya consolidados en el circuito como Vasek Pospisil, Dudi Sela o Lukas Rosol entre otros.
Lee todavía está buscando su primera victoria en un torneo ATP, que le haga subir posiciones e irrumpir en el Top 100 en los próximos años. Su sueño es capturar un título Challenger y ganar la entrada directa a un Grand Slam. ¿Lo conseguirá? Estaremos atentos a su proyección.