

Para intentar explicar cómo ha evolucionado las raquetas y los cordajes a lo largo de la historia del tenis, hablamos con Laurent Blary que es el responsable de producto de Tecnifibre desde el año 2003. Se encarga actualmente del desarrollo de las raquetas de la gama TFight, además de supervisar otras líneas de productos como cordajes, pelotas, accesorios y textil. Anteriormente, trabajó 12 años en el equipo de desarrollo de producto de Babolat, donde –entre otras cosas– participó al desarrollo de la raqueta de Rafael Nadal.
"Los jugadores de tenis siempre buscaron lo mismo: el compromiso perfecto entre potencia y control. Lo que pierdes con un material, lo tienes que compensar con otro. Por eso, las raquetas y los cordajes han evolucionado de manera opuesta a lo largo de la historia del tenis", comienza diciendo Laurent al que le invitamos a detallarnos cómo eran las raquetas en los años de Borg y Connors, en la década de los 70.
"En los años 70-80, las viejas raquetas de madera o de aluminio pesaban más de 400 gramos. Eran blandas y flexibles y tenían una cabeza pequeña. El principal problema es que les faltaba rigidez al impactar con la pelota", explica. "Para compensar eso y aportar potencia, se usaba el cordaje de tripa natural, uno de los más elásticos".
"Entre el final de los años 70 y principios de los 80 te podías encontrar con dos tipos de raquetas en el circuito: las de madera y las de aluminio. Aunque las raquetas de metal llegaron un poco más tarde, no había una diferencia abismal a nivel técnico y de rendimiento. Tenían algo menos de peso, por supuesto (más o menos 20 gramos de diferencia) y la cabeza podía llegar a ser un 50% más grande pero también les faltaba rigidez", comenta.
"Borg es uno de los jugadores más emblemáticos de las raquetas de madera pero al mismo tiempo, Jimmy Connors jugaba con la Wilson T200, de aluminio. No se puede decir que en ese momento, un tipo de raqueta era mejor o peor que la otra. Eran como dos visiones distintas, aparte de que no es nada fácil para un jugador cambiar de raqueta", asegura Laurent sobre este curioso caso producido en la historia. "El uso de las raquetas de madera perduró hasta bastante tarde: la Dunlop de McEnroe es un ejemplo de ello y Noah ganó Roland Garros en 1983 con una raqueta de madera frente a Wilander, que ya usaba fibra de vidrio".
Pero estas raquetas de fibra de vidrio no perduraron por mucho tiempo. "A mitad de los años ochenta llegó el grafito, el material que seguimos usando hoy en día y las raquetas 100% fibra de vidrio desaparecieron", reconoce. "Edberg ya jugaba con grafito por ejemplo. Lo que sí se hacía mucho era una mezcla entre fibra de vidrio y grafito. El grafito es más rígido y ligero pero menos cómodo para el jugador por culpa de las vibraciones. Al añadir un poco de fibra de vidrio, se disminuye las vibraciones".
Me asalta una duda, entonces. Si se mejoraba en potencia con la raqueta, el cordaje debía cambiar, ¿no? "Sí, con el paso de los años, las raquetas requerían un tipo de cordaje distinto para controlar esa potencia. Realmente, el punto de inflexión se produce a principios de los años 2000, con el uso cada vez más frecuente de los cordajes en poliéster. Es el cambio que tuvo más repercusiones en el tenis y en la evolución del estilo de juego en los 50 últimos años", asegura Laurent.
Personalmente, siempre me he preguntado en qué se diferenciaban las raquetas de Federer y Sampras, ya que según he leído, usaban la misma. "Cuando Federer empezó en el circuito usaba la misma raqueta que su ídolo. Lo que se hizo fue una especia de molde con la raqueta del estadounidense y Roger sólo la cambio hace unos cuatro años para buscar más potencia", admite. ¿Y cómo era esta raqueta de Sampras y Federer? "La cabeza de la raqueta de Sampras era muy pequeña para su época y pesaba más que las demás. Hablamos de unos 380 gramos o más. Es todo lo contrario a lo de hoy día, donde se busca raquetas con un tamaño de cabeza grande, potentes y que también pesen mucho menos".
Sobre los cordajes, le pido que me haga un repaso a cómo ha evolucionado y cuáles eran los más usados por épocas. "El de tripa natural siempre ha sido el más usado a lo largo de la historia. Incluso Becker, Edberg o Sampras lo seguían usando tiempo después", nos dice. "Es a partir de los años 80 cuando se empieza a trabajar con el multifilamento, que es más resistente que la tripa natural. Por poner un ejemplo, Bruguera o Leconte jugaban con este tipo de cordaje. Hay que mencionar también el nylon en esta época, que era un producto mucho más económico que la tripa".
"Con la llegada de las raquetas de grafito, los tenistas debían buscar un cordaje que controlara la potencia. Andre Agassi fue uno de los primeros en intentar buscar soluciones y eligió un mix de tripa natural y kevlar. Las cuerdas perpendiculares al eje eran de tripa mientras que las otras eran de kevlar. Llo usaba para modular la elasticidad de la tripa natural", asegura Laurent. "Pero el kevlar no duró mucho tiempo e hizo acto de aparición el poliéster". El famoso poliéster, le interrumpo.
El poliéster entró en el mundo del tenis derribando la puerta de una patada y revolucionando por completo el tema de raquetas y cordajes. Gustavo Kuerten dio buena prueba de ello y es que con un cordaje de poliéster, algo nuevo en aquella época, logró ganar Roland Garros arrasando a todos sus rivales. "Kuerten y los españoles adaptaron este material muy pronto. Este tipo de jugadores encontraron en él la capacidad de darle mucho más efecto a la pelota"
¿Qué supuso para el tenis de aquella época la irrupción del poliéster? "Marcó el declive de las grandes generaciones de jugadores de saque y volea. Con este tipo de cordaje, los jugadores empezaron a tener mucho más control y potencia y los passings shots eran sumamente eficaces de hacer", responde.
"Hoy día, seguimos con el poliéster pero también tenemos cordajes híbridos que permiten compensar los efectos nocivos del poliéster cuando es demasiado rígido", continúa diciendo. Claro, hay que pegarle más fuerte a la bola y eso hace que se cansen más, ¿no? "Exacto. Cada jugador personaliza su cordaje como mejor le viene. Lo general es que pongan poliéster sobre el eje longitudinal de la raqueta y lo mezclen con tripa, nylon o multifilamento sobre las cuerdas perpendiculares. Así se gana en estabilidad y comodidad", explica. ¿Todos los top lo hacen así? Le pregunto. "Hay excepciones. Por ejemplo, Roger Federer usa poliéster y tripa pero el poliéster lo pone sobre las cuerdas perpendiculares. Ha sido el primero en hacer esto".
Para concluir, Laurent quiere hacer una mención especial para los aficionados. "De todo lo mencionado en la entrevista, siempre nos referimos a jugadores top. Los aficionados no deberían fijarse en los materiales que eligen ellos para elegir su raqueta y tipo de cordaje ya que las necesidades son distintas. El poliéster es un producto que se necesita de mucha fuerza para pegarle. Hay que saber elegir bien el material para evitar lesiones. Es tan importante un cordaje como unas zapatillas. En muchos clubs ves muchas zapatillas nuevas pero desgraciadamente no se presta atención al tipo de cordaje".