Hoy Maria Sharapova salvó una batalla intensa, difícil mas no realmente retadora. Consiguió avanzar, como campeona defensora, a semifinales de Roland Garros 2013, derrotando a una Jankovic que empezó sólida y consistente, y que terminó con la cabeza saturada de soportar presión. La forma mostrada hoy por Masha le fortalece, pero descubre de nuevo que hablamos de una campeona sin Plan B.
Su plan A es bueno, es más: muy bueno. Suficiente ante prácticamente cualquier tenista excepto cuando del otro lado de la red están Serena Williams o Victoria Azarenka. Llegó el momento de comprobar a qué altura está ese Plan A de Masha ante sus dos grandes rivales. Nadie a estas alturas espera un Plan B de la siberiana, no lo tiene. Su tenis es directo: agresividad desde el primer golpeo, potencia desde cada lugar, pensar el punto rápido y atacar sin paliativos. Ese es su plan: ataque, plano, duro y tratando de fallar lo menos posible. Mañana se verá las caras con Victoria Azarenka, una rival a la que conoce bien y ante la que presenta un balance negativo. Vika ha sabido soportar los chaparrones de Sharapova, y después contra-atacar como se debe. La última vez que se enfrentaron en un Grand Slam, fue en el US Open, también en semifinales... allí se pudo disfrutar de uno de los partidos más intensos de toda la temporada 2012, y (como casi siempre) se lo terminó llevando la bielorrusa.
¿En tierra suma enteros Sharapova? La respuesta parece que sí, pues la rusa fue la reina de la tierra batida el año pasado, llega a París con mejores números que Vika e históricamente ya ha demostrado que se puede adaptar a la arcilla al máximo nivel, sin embargo a Azarenka aún le queda un trecho que caminar para presentar esas credenciales en esta superficie (la que hasta ahora, más se le está resistiendo, dicho sea también). ¿Azarenka se habrá alegrado al saber que su rival en semis sería Masha? Pues aunque esto sea ir demasiado lejos, estoy seguro de que la bielorrusa saldrá mañana concienciada de que sabe cómo ganar a Sharapova, lo ha hecho en 6 de las 9 últimas veces. Eso sí, la última vez que se enfrentaron ganó Sharapova (semifinales del WTA Championships Estambul 2012, 6/4 6/2) y la última vez que lo hicieron sobre tierra batida también (final del WTA Premier de Stuttgart 2012, 6/1 6/4).
Razones para verse las dos mañana levantando los brazos tienen. Sin embargo, hay algo que pesa en el historial de Sharapova y son, en mi opinión, las sensaciones que está dejando en este Roland Garros. ¿Qué ha ocurrido en el primer set de hoy? Maria Sharapova ganó el Roland Garros del año pasado, igual que había conquistado Stuttgart y Roma, pero en ese camino parisino derrotó a una sola top20, como Petra Kvitova. No devalúo en modo alguno aquella tremenda gesta, ruego no lo entiendan así, por favor, pero sí me parece reseñable que en un año el circuito WTA ha cambiado mucho. Y que lo que el año pasado eran unos comienzos de una élite WTA asentada y regular, con una Serena algo despistada y una Azarenka sin capacidad suficiente para este nivel sobre tierra, en estos últimos meses se ha ido mostrando como una realidad indiscutible. El top3 cada día crece más, e imitándolo también se asienta poco a poco el top10. Es difícil ganar a esas tenistas, antes también lo era, pero nos estamos acostumbrando a ver que salen de apuros no en el siguiente torneo sino en el siguiente set y salvan partidos, sin que las sorpresas tengan lugar, con mucha mayor regularidad.
En esa WTA sólida se encuentra Sharapova, que en la realidad como prueban sus seis últimas finales perdidas ante Serena y Azarenka, deja cierta sensación de #3, que por solidez, insistencia y constancia se está asentando en el #2. Para mantener siquiera ese segundo escalafón de la WTA, la rusa necesita ganar el título; todo lo que sea perder en semis o en final implicaría bajar de nuevo al #3. Hemos discurrido mucho sobre el puñetazo en la mesa que Sharapova tenía que dar. Yo aposté porque lo daría en Melbourne, una gran Na Li lo impidió. Ahora en París, no será un golpe tan sonoro; el #1 de Serena queda muy lejos y en tierra Masha ya lo venía haciendo bien, de hecho si mañana cae será la gran ‘perdedora’ del torneo, viendo como Azarenka entra en otra final de Grand Slam (sería la tercera consecutiva, y la cuarta ausencia seguida de Masha) y Serena o Errani se pelean por ser la otra protagonista.
A Maria Sharapova le falta aportar algo más de aire fresco a su tenis, y puede hacerlo. Ella también sabe jugar con las alturas, también puede subir más fácilmente a la red, también tiene posibilidades en su juego para variar más, pero la realidad es que no lo hace. En puntos fáciles, intermedios y claves, Maria juega igual. Quizás esa sea parte de su magia, pero si el Plan A no funciona, no hay otra opción. Por eso para ella son claves los comienzos de los sets. Mas cuenta con algo diferente al resto de ‘pegadoras’ del circuito: Maria es una auténtica campeona. Tiene esa fortaleza, esa suerte y esa emoción que le permiten dar lo mejor de sí en los momentos más difíciles, y que le han colocado allí donde está, completando el Career Grand Slam. En este Grand Slam, más aún como campeona vigente, Maria se juega su nombre, y lo hará ante la cúspide de la WTA. ¿Qué apuestan?