Pere Riba: “Agradezco la confianza que me ha dado Coco para trabajar”

Solo llevan dos meses juntos, pero Pere Riba y Coco Gauff ya han conquistado los títulos de Washington y Cincinnati. Antes del US Open, entrevistamos al técnico español.

Fernando Murciego | 26 Aug 2023 | 20.00
facebook twitter whatsapp Comentarios
Pere Riba y Coco Gauff en el US Open. Fuente: Punto de Break
Pere Riba y Coco Gauff en el US Open. Fuente: Punto de Break

Que Coco Gauff haya ganado dos títulos en las tres últimas semanas no es casualidad. Detrás de la estadounidense, un equipo de trabajo renovado mueve los hilos para cosechar sus últimos éxitos. Entre ellos, el español Pere Riba.

Tras ganar en Washington, ganar en Cincinnati y llegar al US Open 2023 como una de las principales favoritas, es un gran momento para hablar de Coco Gauff. Pero también para hablar de Pere Riba, su nuevo entrenador desde hace dos meses, alguien que siempre levanta el teléfono de Punto de Break para explicarnos sus proyectos al detalle. Y pocos más ilusionantes que el que tiene ahora mismo entre manos, una alianza que invita a pensar que lo mejor está todavía por llegar.

¿Cómo empiezas a trabajar con Coco?

A mediados de junio es cuando se inician las conversaciones, tanto con su padre como con sus managers. Estuvimos un par de días comentando la actualidad de Coco, las cosas que tenía que mejorar, en qué momento estaba su tenis, hasta que finalmente cuadramos todo el día 23 de junio. Ese día es cuando empiezo oficialmente a trabajar con ella, en el torneo de Eastbourne.

Dos semanas después de romper con Qinwen Zheng.

Con Qinwen terminé después de Roland Garros y bueno, ya hablamos de este tema en su momento. Mi intención era darme un tiempo, de hecho, tenia todo organizado para irme de vacaciones, me llegaron algunas propuestas pero prefería darme un tiempo hasta después de Wimbledon…

… a no ser que llegara una oferta irrechazable.

Desde siempre lo había hablado con Jordi Arrese, Coco me parecía una de las jugadoras con mayor potencial dentro del circuito, con muchas cosas a mejorar. La sensación que tenía al verla era que todavía no había explotado de verdad. Cuando me llamaron y me propusieron la oferta lo tuve claro, me motivé al instante, las vacaciones podían esperar. Me fui para allá e hicimos unas semanas de prueba en Eastbourne y en Wimbledon, para ver cómo conectábamos en pista.

¿Y cómo fue?

Lo más importante era que ella estuviera bien, que de verdad quisiera trabajar conmigo, que fuera una decisión suya y no solo una decisión externa. Obviamente, en semana previa a un torneo de Grand Slam no puedes cambiar nada, no hay tiempo. Ni las semifinales de Eastbourne son mías, ni la primera ronda de Wimbledon es mía, esas semanas fueron para irnos conociendo. Desde el minuto uno lo vi como un proyecto muy emocionante, lo afronté con muchas ganas.

Es un proyecto que nada tiene que ver al anterior.

El anterior proyecto se dio en una situación totalmente diferente. Con Qinwen empezamos jugando torneos de $25.000, era un contexto y una posición muy distintas, había que tocar aspectos de la base y también en cuestión de organización. Con Coco vengo a un proyecto consolidado, ya estaba #10 de la Race y #7 del ranking mundial, los objetivos a nivel de torneos son mucho más grandes. Estoy muy contento.

¿Te dejan trabajar?

Me dejan trabajar, eso es lo que más feliz me hace. A mí lo que me gusta es poder trabajar en pista de la manera que yo considero. En ese aspecto, la confianza que me ha dado tanto Coco, como toda su familia y su entorno, es de agradecer. Puedo trabajar con mucha libertad, el equipo es fantástico, son todos muy profesionales.

¿Quién es el líder?

La figura más importante para Coco es su padre, Corey. Gracias a él se ha formado todo este equipo, es la pieza fundamental, siempre está ahí para su hija, es quien más la ayuda.

En agosto se sumó Brad Gilbert al equipo, ¿qué os aporta?

Brad empezó justo el día antes de comenzar el WTA 500 de Washington. Su función es de consultor, una especie de mentor externo. Nos aporta mucho, ha entrenado a grandes jugadores como Roddick o Agassi, además de haber sido también un grandísimo jugador, fue #4 del mundo. Esa tranquilidad y esa experiencia que puede transmitirle al jugador tiene mucho valor, es lo que más subrayaría.

Con la raqueta ya la conocemos pero, ¿cómo es Gauff fuera de la pista?

Esta es una buena pregunta (risas). Lo hablé con ella hace poco, le dije que desde fuera daba la sensación de ser una persona un pelín arrogante, aunque no la conocía de nada.

¿Y eso?

No sé, las pocas veces que la había visto siempre iba a su bola, apenas hablaba, por eso pensé que tendría un carácter totalmente diferente. Nos reímos mucho porque ella me confesó que pensaba exactamente lo mismo de mí (risas).

Nunca te fíes de las primeras impresiones.

¡Totalmente! Ahora te puedo decir que Coco es un doce como persona, es muy humilde, muy trabajadora, solo tengo palabras espectaculares para definirla, es una chica brutal. Muy buena gente, súper atenta con todo el mundo, siempre dispuesta a firmar autógrafos con los aficionados. Ahora entiendo por qué todo el mundo ama a Coco.

Hace falta mucha humildad para ganar a Iga Swiatek como lo hizo.

Nunca le había ganado un partido, ni siquiera un set y eso que se habían enfrentado siete veces. Al final, en mi relación con Coco siempre intento reforzar mucho esta idea, le hago hincapié en que tenga mucha confianza en sí misma, en que traslade esa energía cuando juegue para pelear por cada punto, que se haga dueña de la pista. Ahora lo está transmitiendo, poco a poco va sintiendo cómo su juego está evolucionando.

Y eso que apenas lleváis dos meses juntos.

Después de Wimbledon trabajamos mucho, pero muchísimo. Apostamos por algunos cambios respecto a lo que venía haciendo y siempre estuvo abierta a probar cada cosa.

¿Por ejemplo?

Restar un poco más atrás, jugar la derecha con más altura, etc. Ha habido un cambio muy positivo también a nivel mental, ahora se siente fuerte en pista, se siente bien, nota que está mejorando.

Campeona en Washington, campeona en Cincinnati… no hace falta que te diga lo que os espera en el US Open.

Que haya expectativa es bueno, significa que el mundo cree que lo puedes conseguir… otra cosa es saber manejarla. Coco es muy madura, está evolucionado bien, pero no se tiene que poner presión. Yo siempre se lo digo: la clave está en el día a día. No es el resultado, es la manera de jugar. Si ella juega de una manera, entendiendo el juego, sabiendo lo que tiene que hacer y por qué lo hace, los resultados llegarán. Hay que ir partido a partido, lo otro ya vendrá. Con esta filosofía es como le ha llegado su primer WTA 500 y su primer WTA 1000.

Dices que no es el resultado, sino la manera de jugar. Pero el resultado es importante, ¿no?

Por supuesto, pero no lo es todo. Cuando Coco ejecuta bien un golpe o desarrolla correctamente una jugada, aunque luego pierda el punto, desde el banquillo siempre encontrará mi aprobación. Hay que reforzar esta idea, valorar que la selección del tiro ha sido el correcto, que la jugadora no se fije únicamente en el resultado. ¿Por qué? Porque si en el futuro apostamos por ese mismo tiro muchas más veces, el balance acabará siendo positivo.

Al final las cosas acaban llegando en su debido momento.

Exacto, no hace falta acelerar ni mirar mucho más allá, uno tiene que estar en el presente. Coco lo está haciendo muy bien, sabemos que estos últimos resultados van a generar más expectativas, pero tiene que seguir haciendo las cosas de la misma manera en que viene haciéndolas. Lo bueno es que es muy humilde, muy trabajadora, toca siempre con los pies con el suelo, así que lo llevará bien.

¿Te imaginas ganando en Nueva York?

Sería lo máximo, todo el mundo quiere que gane, pero todavía tiene 19 años. No está obligada a que tenga que ser este año. Si no tiene que ser este año, pues a seguir trabajando para volver en 2024 e intentarlo desde una posición con mayores opciones. Lo que más me está gustando es ver su manera de entrar en pista, ver la energía que desprende, ver cómo lucha por cada bola, desde el principio hasta el final. Para mí, esa entrega es mucho más importante que cualquier otra cosa, verla tan positiva dentro de la pista es una de las claves para que pueda conseguir un Grand Slam. Si algo quiero reforzar es su manera de jugar.

Aunque sigue poniéndose muy seria cuando compite.

Se concentra muchísimo en la pista, pero ahora la veo más alegre, disfrutando cada partido. Por eso digo que se la ve mucho más positiva en pista, algo que antes no siempre veíamos por su lenguaje corporal. Este ha sido también uno de los grandes cambios estos meses. Cuando Coco lleva en pista su energía, es imparable.